La familia de la exprincesa de Catar, Kasia Gallanio, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en Marbella el pasado domingo 29 de mayo, ha emitido un comunicado en el que pide que se permita a la Administración de Justicia "realizar su labor con el fin de evitar especulaciones gratuitas que no sólo se sitúan en la esfera de la responsabilidad penal, sino que afectan de manera muy grave a su entorno familiar y al resto de sus allegados".
En el escrito, redactado y enviado el despacho Álvarez-Ossorio Abogados, en representación legal de las hijas de la fallecida, se advierte: "no se consentirán especulaciones infundadas sobre las causas, aún no determinadas, del fallecimiento de la señora Gallanio". En el escrito, se destaca el "traumático trance por el que está pasando la familia de la finada y muy especialmente sus descendientes".
"Desde el mayor respeto al derecho a la libertad de información pero a fin de preservar su memoria, sirva la presente para dejar constancia de que cualquier publicación no verificada acerca de las circunstancias del fallecimiento de Kasia Kathy Gallanio dará lugar al inmediato ejercicio de todas las acciones legales oportunas en la forma más contundente".
El escrito ve la luz casi una semana después de que la Policía Nacional localizase en su vivienda de Marbella el cadáver de la exprincesa de Catar, mujer de 46 años que no presentaba aparentes síntomas de violencia.
Los agentes, junto al portero de la urbanización, pudieron acceder a la vivienda por petición de una de sus hijas, que es menor de edad. La chica, desde Francia, solicitó que entraran al domicilio de su madre, con la que no tenía contacto desde hacía cuatro días.
Gallanio fue pareja de Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani y llevaba desde 2012 luchando por lo judicial por la custodia de sus tres hijas, fruto de ese mismo matrimonio (dos de ellas gemelas). Abdelaziz, miembro de la familia real de Catar fue acusado de una agresión sexual a una de sus hijas menores de edad.