El día en el que Juanma Moreno ganó las elecciones andaluzas, la presidenta de Nuevas Generaciones de Málaga, Dolores Caetano, se levantó a las siete de la mañana para llegar a tiempo al colegio electoral de Miraflores de los Ángeles, donde iba a ser interventora: "Los únicos nervios que tenía (entonces) eran por el resultado del partido".
El 19 J, su nombre aparecía en las listas por la candidatura Popular. Sin embargo, la décima posición que ocupaba era, como coloquialmente se conoce, un puesto sin salida. Al menos así lo auguraban las encuestas, que les adjudicaban a los azules entre siete y ocho escaños de los 17 que se reparten en la provincia: "Tenía súper asumido que no iba a salir", afirma en declaraciones a EL ESPAÑOL de Málaga.
Erró en su predicción. Los más de 300.000 votos que recibió su partido sirvieron para que el PP consiguiera un hito sin precedentes en el territorio: que una formación consiguiera más de nueve diputados en unas andaluzas.
"Estoy muy contenta en el área de Juventud del Ayuntamiento donde trabajo, con muchos proyectos por delante, así que en mis planes no estaba dejar el consistorio", argumenta esta maestra de profesión que desde 2017 está al frente de las NNGG del partido.
Con estos pronósticos matemáticos, la única esperanza que tenía era que hubiera "algún tipo de incompatibilidad" en ciertos puestos al ocupar otras responsabilidades nacionales (como puede ser el caso de Bendodo), pero nunca imaginó que "sería a la primera", durante la propia noche electoral.
Las encuestas más optimistas habían llegado en la recta final de la campaña, cuando ya no eran publicables. Algunas hablaban de un resultado próximo "a la absoluta". Otras, directamente, adjudicaban a los populares una mayoría suficiente que les permitiría gobernar en solitario. El mismo 19 J, en un colegio electoral del barrio de Carranque, varios afiliados hablaban de la posibilidad de superar los 55 escaños: "Tenemos muy buenas sensaciones", afirmaban entonces.
Ese "buen rollo" lo habían percibido durante los 14 días de campaña. Caetano relata que amigos suyos, alejados de la política, se habían confesado votantes socialistas, pero que para esa ocasión iban a cambiar el sentido de su papeleta: "Me decían eso, pero no sabía si iba a ser una tónica representativa o simplemente algo por quedar bien".
Las impresiones se consolidaron cuando llegó al colegio electoral de Miraflores de los Ángeles, un distrito que, salvo algunas excepciones, se había decantado siempre por los del puño y la rosa: "Esa mañana, el ambiente era distinto. Cuando estás ahí notas quién te tiene simpatía, y eran muchos más que otras veces", recuerda.
El recuento de papeletas fue la primera prueba de que algo estaba pasando. En un feudo tradicionalmente socialista, los vecinos eligieron al PP: 157, frente a los 112 del PSOE: "Ahí pensé que esto venía fuerte y que había posibilidades. No estaba siguiendo en directo lo que ocurría en toda Andalucía porque me encontraba firmando todo el procedimiento con la mesa", detalla.
Pasadas las 21:30 de la noche comenzó a recibir las primeras llamadas: el concejal de Juventud, Luis Verde (con quien trabaja como asesora en el Ayuntamiento de Málaga); el diputado Mario Cortés, compañeros de Nuevas Generaciones... "Me decían que había entrado y yo solo preguntaba si era de verdad. Me aseguraban que estaba dentro, pero no sabía si era de forma directa o con posibilidad de que se corriera turno".
¿El momento de la noche? "Después de firmar las actas, llegamos a la sede de la Avenida Andalucía. Fue allí cuando me pude reencontrar de nuevo con los compañeros de NNGG. Estaba todo el mundo muy contento. Dormí poco, sobre todo contestando felicitaciones porque no me daba tiempo ni a coger las llamadas. De hecho, llamé a mi madre para decírselo. El tema de la política nunca le ha terminado de gustar y no lo sabía", apunta.
El 19 J por la mañana, Dolores Caetano se levantó siendo una de los cientos de interventoras del PP que participaron en las elecciones. El 19 J por la noche, era la diputada número 10 por Málaga en el Parlamento andaluz.