La historia de Málaga con la pérgola de Santo Domingo comienza a llegar a su final. El desenlace de este culebrón, que empezó el pasado marzo, se acerca. Y lo hace con final feliz para una parte de los ciudadanos que, durante semanas, reclamaron la retirada de este elemento por su impacto directo con el entorno de la parroquia.
La estructura, que se colocó a la falda del templo, se retiró el pasado miércoles de su emplazamiento inicial. Hoy, ya se encuentra reubicada en su destino definitivo: la calle Jorge Lamothe, en la espalda de la iglesia. Durante este martes, los operarios de la empresa Construcciones y Obras Verosa han estado trabajando para terminar de fijar las piezas que conforman el proyecto.
El desmontaje, traslado y recolocación de la infraestructura ha tenido un coste cercano a los 46.000 euros. Sin embargo, cabe recordar que este emparrado metálico se encuentra incluido en una operación mucho más compleja, financiada en un 80% con fondos europeos.
El proyecto primigenio pretendía reurbanizar, a través de la creación de espacios en sombra, una parte de Málaga que tiende a estar vacía durante todo el año. Para ello, se planteaba una actuación directa, mediante la instalación de estos tejadillos, en las plazas Religiosa Filipense Dolores Márquez, de la Legión Española y de Fray Alonso de Tomás.
El coste, según los datos de la adjudicación, rondaba los 933.000 euros, siendo el plazo de seis meses y el terreno afectado de 8.000 metros cuadrados. Además, se proponía la instalación de tres conjuntos de pérgolas, de 4 metros por 8 metros, bajo las que se instalarán bancos y fuentes bebedero. Una de ellas, la de la iglesia, fue eliminada este miércoles.
Asimismo, el plan recoge una zona de juegos infantiles en la Plaza de la Religiosa Filipense Dolores Márquez y una fuente ornamental de 8 metros de diámetro en la plaza de la Legión.
La retirada
Para poder acometer esta retirada, el Ayuntamiento expuso a finales de marzo la necesidad de que la Junta emitiera un informe constatando cómo la obra afectaba al BIC. Menos de una semana después, la delegación de Cultura justificó la petición del Consistorio argumentando que "perturba de forma significativa la contemplación" de la iglesia de Santo Domingo.
Aunque eso sí, Cultura insistía en que esta autorización no era necesaria "al no ubicarse dentro de la delimitación del Monumento BIC iglesia del convento ni de su entorno de protección".
La redacción del informe había sido reclamada por el Consistorio para poder actuar, ya que tenían la necesidad de disponer de una petición formal por parte del organismo competente al tratarse de una iniciativa que cuenta con financiación de la Unión Europea.