La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación en la localidad de Alhaurín el Grande que ha permitido el desmantelamiento de dos criaderos ilegales de perros gestionados por una misma familia. Durante la inspección, los agentes encontraron a los animales en condiciones higiénicas "pésima" y "deficiente". La investigación, que comenzó en noviembre, también ha permitido descubrir que los animales eran vendidos a través de internet. Dos personas miembros del mismo clan familiar han sido investigadas y acusadas de un delito continuado de maltrato animal.
Tras realizar la inspección de la misma, los agentes levantaron acta de un criadero clandestino de perros interviniéndose 25 perros que se encontraban separados por parejas de razas muy demandadas en el mercado como pinscher, teckel, bulldog francés, bichón maltés, bodegueros, carlino, chiguagua y old english bulldog.
Los animales se encontraban hacinados y en pésimas condiciones higiénico-sanitarias, siendo trasladados hasta una protectora de animales para su reconocimiento veterinario, evidenciándose numerosas lesiones compatibles con el encierro sistemático y cicatrices de cesáreas en las hembras que es indicador de una actividad de cría constante.
Por esta actuación se investiga a una persona como responsable de un delito de maltrato animal y se denunció por la actividad de cría. Tras varias gestiones realizadas, los agentes comprobaron que estos animales eran posteriormente vendidos a través de portales de compraventa por internet, localizando varios anuncios de venta de animales que podían estar relacionados con esta actividad.
Por ello, este pasado mes de enero, con la colaboración de la Policía Local de Alhaurín el Grande, se inspecciona una pequeña nave de la misma familia en la que fueron localizados 23 perros, que se encontraban separados en 15 habitáculos independientes en unas condiciones de hacinamiento, higiene y zoosanitarias muy deficientes.
Apuntan que, en esta localización, no había luz ni ventilación y con un fuerte olor a amoniaco, propio de la acumulación prolongada de orines y heces, no reuniendo el lugar las mínimas condiciones sanitarias. Algunos animales presentaban heridas, hernias y amputación de rabos con fines estéticos sin supervisión veterinaria; han sido trasladados a un centro zoosanitario.