Parecían plátanos normales, amarillos y con consistencia. Provenían de Sudáfrica y llegaron hace unas semanas a Málaga. Sin embargo, funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación junto a la Policía Nacional, percibieron que había algo más allá de estos plátanos. Había más de 600 kilogramos de cocaína camuflados en el cargamento.
Los grupos de investigación llevan trabajando desde hace meses en el estudio pormenorizado de las conocidas como 'rutas calientes', es decir, aquellas zonas que presumiblemente serían utilizadas por organizaciones criminales para la introducción de sustancias estupefacientes en contenedores, según han informado desde el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado.
Las sospechas se iniciaron a primeros de mes, cuando realizaron el análisis comparativo de diferentes envíos y de incidencias presentadas en la cadena de distribución. Concretamente les llamó la atención un contenedor, por lo que establecieron un dispositivo conjunto para inspeccionarlo con más detenimiento.
Al abrirlo, pudieron confirmar que en el interior del contenedor, entre la mercancía legal transportada, los plátanos amarillos, se encontraban 600 kilogramos de cocaína que en el mercado superaría un precio de 21 millones de euros, procediendo así a su aprehensión.
Sin duda, esta operación es un gran golpe a las organizaciones dedicadas al transporte internacional de cocaína que operan en nuestro país aprovechando transacciones internacionales de comercio de mercancías. Según indican desde Policía Nacional, estas introducen en origen grandes cantidades de sustancia estupefaciente y la extraen en destino, aprovechando la estructura mercantil existente.
Las actuaciones realizadas, junto con los efectos y mercancía aprehendida, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de incidencias de Málaga.