Iznate, un pequeño pueblo de la Axarquía malagueña de menos de 1.000 habitantes, se ha quedado este lunes mudo, "paralizado", tras perder en menos de 12 horas a una bebé de apenas 40 días y a su padre, que se ha quitado la vida.
"Aquí no estamos acostumbrados a estas cosas, somos muy pocos y todos somos amigos. El pueblo entero está desolado, se ha convertido en piedra, los bares han cerrado y no se ve a nadie en la calle", narran fuentes municipales.
La pequeña nació el pasado mes de febrero de forma prematura. Era un embarazo "muy buscado" por parte de sus padres, una pareja de unos 30 años que ya tenía un niño de tres años y que vivía con ilusión que la familia fuera a crecer por partida doble.
El parto fue "muy complicado". Las dos bebés estuvieron varias semanas ingresadas en el área de neonatos hasta que cogieron el peso necesario y recibieron el alta.
"Llevaba unos días en casa" y todo evolucionaba favorablemente hasta que una de las mellizas empezó a encontrarse mal. "Apenas comía, no se encontraba bien", aseguran.
Los padres la llevaron al Hospital de La Axarquía, desde donde fue trasladada al Materno Infantil. Allí falleció este pasado domingo.
Fuentes sanitarias aseguran que el hospital ha activado todos los protocolos para esclarecer las causas exactas del fallecimiento de la bebé.
La pérdida de la pequeña ha dejado a su familiar "rota de dolor". Tanto es así que el padre, incapaz de soportar la situación, se ha quitado la vida esta mañana.
El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial hasta las 23.59 del próximo miércoles 29 de marzo. El pueblo está "volcado con ellos".