Todo comenzó la madrugada de este pasado sábado, 25 de marzo. Pasaban las 05.00 cuando varios vecinos de la barriada Camino Vereda de los Frailes de la localidad malagueña de Estepona alertaron al 112 ante un tumulto repentino e impropio de esas horas de la noche que parecía una discusión familiar.
Según una llamada, en la disputa habría mediado el sonido de un arma de fuego y había un hombre herido a causa de un disparo.
Cuando los agentes de la Policía Nacional y los servicios sanitarios llegaron al lugar de los hechos, encontraron, efectivamente, a un hombre de 35 años herido. Ante la gravedad de los daños, los profesionales del 061 movilizaron a una UVI móvil, pero todos los esfuerzos fueron en vano y nada pudieron hacer por salvarle la vida.
En el domicilio se encontraban en esos momentos, al menos, una mujer y un menor. Ella era la actual pareja del fallecido y, según fuentes cercanas a la investigación citadas por Europa Press, se encuentra embarazada de tres meses. El menor es su hijo, fruto de una relación anterior.
Las primeras informaciones apuntaban a que, presuntamente, la mujer, también de 35 años, presentaba varias heridas leves en su cuerpo, lo que darían pábulo a la hipótesis de que el origen del suceso sería una pelea familiar.
El diario local Área, de hecho, aseguraba según fuentes cercanas a la familia que todo desembocó después de que el fallecido llegara borracho a la vivienda y comenzara a golpear a la mujer, momento en el que habría mediado su hijo para defenderla.
Inicialmente, quedó descartado un caso de violencia de género entre los implicados, pero según la investigación, en el entorno familiar eran frecuentes las discusiones y "el día de los hechos parece que se les fue de las manos", apunta Efe.
Las pesquisas se centraron en averiguar quién fue la persona que disparó el arma de fuego. Al parecer, en los primeros momentos, ambos fueron detenidos para determinar qué había ocurrido y el grado de implicación de cada uno.
La mujer se autoinculpó de los hechos y reconoció haber sido ella la que habría acabado con la muerte de su pareja, pero los investigadores sospechaban también de la posible implicación de su hijo, que presentaba un cuadro de consumo de drogas cuando ocurrieron los hechos.
Más tarde, determinaron que la confesión de ella no era más que una estrategia para encubrir a su hijo y protegerlo y que había sido él quien el autor del disparo "que le afectó a la víctima en la mano, porque sería defensivo, pero también le alcanzó el cuello".
De tal forma, los agentes de policía dejaron en libertad a la mujer y detuvieron al adolescente que, tras estar arrestado, pasó a disposición de la Fiscalía de Menores durante la jornada del domingo.
Este lunes, juez de guardia, a petición de la Fiscalía, dictó su internamiento en un centro terapéutico con carácter cerrado. Según confirman fuentes cercanas a la investigación a Europa Press, el joven, de 17 años, tiene un procedimiento previo por un delito que no está relacionado con estos hechos.
Con todas estas incógnitas todavía sobre la mesa, los investigadores continúan trabajando para esclarecer lo que ocurrió la madrugada del sábado en este domicilio familiar de Estepona. Aún no descartan ninguna hipótesis.