Un estadio prácticamente nuevo. Esa es la conclusión a la que uno puede llegar tras ver las imágenes de cómo quedará La Rosaleda después de su ampliación y su reestructuración. Una intervención motivada por la posibilidad de que la capital de la Costa del Sol sea una de las 11 sedes del Mundial de 2030, que aspira a acoger la candidatura presentada conjuntamente por España, Portugal y Marruecos.
Las tres instituciones propietarias del estadio (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía) han presentado este viernes el estudio del futuro campo blanquiazul. La intervención en cuestión va más allá del ámbito deportivo y busca "integrar la ciudad hacia el norte" con la consolidación de un espacio hotelero y comercial.
Con estas obras se busca cubrir una serie de necesidades básicas, algunas de ellas indispensables para que la capital sea sede del Mundial. Así, se destaca el aumento de localidades, que pasaría de 30.044 a 45.000; la instalación de una cubierta completa para garantizar que todos los asientos estén bajo techo; la dotación mínima de servicios que requieren los eventos de esta envergadura (con salas para prensa, televisión y aparcamientos); la adaptación a la normativa de accesibilidad requerida así como la mejora de accesos y salidas al espacio.
Nueva grada
Para asumir el crecimiento requerido, el estadio requiere de una nueva grada sobre las plataformas existentes. De esta forma, se implementará un nuevo esquema de flujos de circulación para hacer viable el acceso a la misma, aumentando la ocupación sobre la calle al margen del río.
Aunque se trata de un estudio (y todavía no hay fijada una fecha para el inicio de los trabajos), los plazos manejados por el estudio de arquitectura Morph se ciñen a entre dos y tres años. Del mismo modo, el presupuesto oscilaría en una horquilla de 70 a 110 millones de euros, dependiendo del grado de desarrollo del espacio eventual norte, que podrá utilizarse como parquin en superficie.
Del mismo modo, desde Morph confirman que el desarrollo de estos trabajos no impedirá que el club blanquiazul siga contando con la presencia de la afición en los partidos que jueguen en la Rosaleda, permitiendo una asistencia de público prácticamente normal (aunque en algunas fases será necesario cerrar algunas gradas).
Distribución de planta
Con respecto a la distribución de las plantas, estas tenderán a ubicarse en las zonas previstas por el reglamento, pero generando unos fondos con mayor profundidad para dar lugar a unas tribunas laterales de mayor longitud y de menor anchura. Así, proponen un estadio asimétrico, donde se intenta dotar de todas las superficies requeridas en tribuna principal.
En planta baja se generan los espacios reflejados en el cuadro FIFA de requerimientos, donde se resuelven tanto las funcionalidades del propio estadio como las de los usos alternativos.
En la primera, se ha estimado una grada con acceso superior para evitar ‘vomitorios’. No obstante, también sería viable acceder desde esta planta con ‘vomitorios’ y de esa forma tener un graderío con mayor extensión. Por último, la cuarta planta dará lugar la distribución de la tercera y nueva grada. Además, albergará parte de la prensa excedente eventual de mundial.
Por otra parte, se contempla la cubrición del estadio para crear nuevos espacios de reunión y convención, instalándose una cubierta verde visitable que dotará a Málaga de un parque y un mirador en plan ciudad. La propuesta cuenta con pasarelas sobre el Guadalmedina y en el marco del Plan Especial para generar un nuevo parque fluvial.
Diseño envolvente
De las propuestas realizadas de la envolvente del estadio, el estudio de arquitectura que ha elaborado este trabajo propone tres escenarios con los condicionantes y requisitos que deben cumplir los estadios para albergar un Mundial de Fútbol, que deberán ser ratificados por la FIFA y en base a ellos desarrollar el anteproyecto de La Nueva Rosaleda.
En el caso de la primera de ellas es la opción en la que se mantienen las parcelas existentes y los correspondientes volúmenes. El espacio del estadio se reduce en el brazo público y cuyo diseño incluye 18.205 m2 bajo rasante para aparcamiento.
En la segunda se incluye más espacio público a través de la creación de una gran plaza que se abre al estadio, 8.000 m2 para los usos de la RFEF y se incrementa la superficie bajo rasante para aparcamiento a 27.246 m2.
Por último, la tercera propuesta contempla una doble plaza con permeabilidad y abriendo el estadio a la ciudad con superficies superiores a 8.000 m2 para los usos de la RFEF y con 32.328 m2 bajo rasante para un aparcamiento subterráneo. Además, se obtienen varios espacios eventuales al Norte que también podrían utilizarse como aparcamiento en superficie.
"Se va a hacer sí o sí"
Según ha confirmado el alcalde, Francisco de la Torre, esta ampliación y remodelación se va a hacer "sí o sí" porque Málaga "lo necesita", independientemente de si la propuesta de la Costa del Sol sale adelante o no como sede del Mundial, algo que se sabrá en 2024.
Hay que recordar que la ciudad es una de los 15 municipios que aspiran a estar entre las 11 anfitrionas: "Junto con Sevilla, tiene muchas posibilidades", ha afirmado el consejero de Cultura y Deporte, Arturo Bernal, quien ha insistido en la "consideración" que se está teniendo con el equipo evaluador. Así, ha asegurado que este órgano de la FIFA está al tanto de la presentación llevada a cabo esta mañana, mientras que otras ciudades están "haciendo la guerra por su cuenta", ha incidido.