La foto de la portada del artículo fue realizada en la mañana del Jueves Santo de 1929 mientras la cofradía de la Expiración procesionaba por la calle Larios de Málaga. Debería ser una foto icónica de la ciudad pero como tantos documentos históricos hasta que alguien no la digitaliza puede que acabe en el olvido.
Por suerte eso no ocurrió porque hace años @nosololameda recuperó la imagen que fue publicada en la revista Vida Gráfica que se editó en Málaga entre 1925 y 1936. La fotografía es completamente real y data del 28 de marzo de 1929. En ella se puede observar como un avión sobrevuela la principal arteria de la ciudad de Málaga a baja altura y ante miles de personas que presenciaban el paso de las procesiones. En esta época en la que la inteligencia artificial ya engaña al ojo humano y es difícil distinguir lo real de lo ficticio viene bien reseñar esto.
Lo más sorprendente de todo es que el aeroplano que se observa en la imagen estaba ahí para efectuar una petalada entre la calle Larios y la Plaza de la Constitución, y da una idea de la manera de entender la espectacularidad de una procesión del hermano mayor de Expiración en esa época: Enrique Navarro Torres.
Navarro fue presidente años más tarde de la Agrupación de Cofradías en dos periodos, entre 1935-45 y luego desde 1954 hasta 1969. En los años 20 los cofrades de Málaga entendieron que tras unirse en 1921 creando la agrupación de cofradías se debía dar un paso más allá y se buscó sorprender en todos los sentidos tanto al ciudadano local como al visitante.
En la Semana Santa de 1929 tanto la Cofradía de la Sangre como la Expiración procesionaron el Jueves Santo por la tarde porque el Miércoles Santo a la hora de su salida llovía en abundancia. La Sangre inició su procesión desde la Plaza de la Merced a las 4 de la tarde estrenando el trono de la Virgen de la Consolación y Lágrimas y la Expiración comenzó su salida procesional a las tres de la tarde, por lo que la instantánea de la calle Larios se tomó pocas horas después.
En las crónicas periodísticas de la Unión Mercantil, el Diario de Málaga y el Cronista se destacan los vitores y las distintas petaladas que recibió la cofradía de la Expiración desde que partió del Perchel. Pero que un avión arrojara flores a un trono fue noticia nacional, hubo reseñas incluso en el periódico El Debate y en otros medios.
Esa calle de Marqués de Larios de 1929 no era como la conocemos actualmente, allí se encontraban establecimientos desaparecidos como el “Café Comercial” en el nº 9 y el “Café Inglés” en el nº 4, dos locales en el que las mujeres tenían sus espacios reservados, y también otras cafeterías como el “Café Málaga” y el “Café Español”, y cervecerías como “El Mediterráneo”.
Durante las procesiones de ese día hubo varios incidentes destacados en Málaga. Uno ocurrió como así lo refleja el Heraldo de Madrid precisamente en calle Larios mientras transcurrían las procesiones. Una mujer llamada María Díaz que pasó el día junto a unos amigos fue agredida por su entonces marido Antonio Gallego Moreno a las ocho y media de la tarde. María Díaz se estaba separando de él, el agresor la encontró en la principal calle de la ciudad y, tras insultarla, le asestó un navajazo en la cara.
La mujer fue atendida en el Hospital Noble, y salvó la vida. Con aquella agresión machista se armó un revuelo tremendo porque calle Larios estaba repleta de público que fue testigo de todo, y después de la detención del tal Antonio Gallego por parte de un Guardia Municipal, éste necesito de refuerzos para controlar a la masa que intentó linchar al atacante.
Precisamente viendo la Expiración mientras el aeroplano sobrevolaba la calle Larios fue detenido un conocido delincuente al que se le llamaba “El Chaqueta” y que tenía varias órdenes de arresto pendientes. Lo último que vio antes de pasar una temporada en prisión fueron las flores que caían del cielo de Málaga.
Y si alguien se cree que las estampidas de personas en Semana Santa son relativamente nuevas, en esa época y en anteriores ese fenómeno lo provocaban algunos chaveas con mucha mala leche al que las autoridades les pusieron la cruz.
Precisamente en Málaga, como se preveía la asistencia de miles de personas a la Semana Santa, se creaba en esos años un órgano de control llamado servicio de especial de vigilancia que lo dirigía el gobernador de la ciudad y que coordinaba junto el comisario de policía principal y un capitán de seguridad. Ese Jueves Santo de 1929 dos personas fueron detenidas y multadas con 100 pesetas en Málaga por iniciar una estampida que provocó el pánico durante las procesiones. Para hacerse una idea de la cantidad de dinero que estamos hablando, un tranvía que te acercaba a la Alameda Principal costaba 35 céntimos de peseta.
Pero la cosa no quedó ahí porque hubo más incidentes en esa Semana Santa. El Viernes Santo mientras la Virgen de la Soledad del Sepulcro maniobraba para entrar en calle Torregorda derribó un poste del tranvía tras engancharse un cable con el palio del trono. El equipo de mayordomos no calculó bien y una persona acabó herida grave porque le cayó el poste encima, pero es que aquella situación acabó en una situación de pánico porque la mayoría del público presente echó a correr tras ver los chispazos que desprendía el cableado eléctrico. Aquello ocurrió mientras el ministro de Justicia Galo Ponte y Escartín presidía la procesión. No fue una Semana Santa tranquila para el cofrade de a pie porque perderíamos la cuenta de las reyertas que ocurrieron ese año.
La referencia de los años 20
La actual Semana Santa de Málaga se sigue mirando al espejo en esa época, y como último ejemplo es el cartel que la anuncia este año. El pintor Pablo Cortés del Pueblo usa de referencia el publicado en 1928. También podemos ver que los debates cofrades de la época no se diferencian mucho a los de ahora.
Antonio Baena, presidente de la Agrupación de Cofradías y hermano mayor de la Sangre, durante una comida en el Domingo de Resurrección de 1930 con autoridades, hermanos mayores y periodistas abogó por recortar los horarios e itinerarios ya que por ejemplo la Esperanza se encerraba sobre las 10 de la mañana de los Viernes Santo. Instó a los hermanos mayores a buscar un mejor horario de tarde de las procesiones, algo que es una realidad ahora. Y solicitaba al ayuntamiento más compromiso con el dinero que se recibía de las sillas y que la agrupación cobraba en el recorrido oficial. Parece que son solicitudes actuales, pero en estas cosas no pasa el tiempo.
En una Semana Santa en la que ahora pueden verse a extranjeros de cualquier nacionalidad compartiendo videoblogs en Youtube ofreciendo sus impresiones sobre lo que perciben delante de un trono, puede ser comparable a ese final de los años 20 cuando se editaba en Málaga la British Colony Gazzette. Era una revista escrita en inglés dirigida a los residentes y turistas británicos, y destinó dos publicaciones a explicar a los guiris lo que era la Semana Santa. Sin duda eran unos adelantados a su tiempo, si en 1929 se pudieron realizar petaladas con aviones poco nos queda para verlas con drones.