Alba Rosado Isabel M. Ruiz

Álvaro cogió el Metro a las 18.50 en Paraninfo dirección al Centro de Málaga. Ya venía "llenito" desde la primera parada, cuenta: "Cuando nos hemos montado, no había sitio para sentarse y en Universidad de pie ya no cabíamos".

En su trayecto, según explica a EL ESPAÑOL de Málaga, han tenido que ser los propios pasajeros quienes han advertido conforme iban llegando a las sucesivas paradas de que no había más espacio. "Desde Universidad hasta Guadalmedina nadie se ha podido montar porque todo el mundo iba para el Centro", afirma.

El suyo es uno de los testimonios de los cientos de usuarios del Metro de Málaga que esta tarde se han encontrado trenes "colapsados" ante la masiva afluencia de personas que han optado por el suburbano para ir a ver las procesiones del Lunes Santo al centro de la ciudad.  

Desde la Junta de Andalucía alegan que ha sido en "momentos muy puntuales" y quitan hierro al hecho de que algunos trenes hayan pasado por ciertas estaciones sin parada porque ya iban llenos. "Eso es habitual en momentos excepcionales de alta demanda en un transporte de gran capacidad", justifican. 

Pese a ello, según los testimonios que ha podido recabar este medio, "había gente cabreada"

Blanca, por ejemplo, se subió a las 18.15 horas en la parada de Puerta Blanca y, como Álvaro, tampoco tuvo sitio para sentarse pese a que es la segunda parada de la línea 2, la de Carretera de Cádiz. "No me agobié, pero es cierto que por El Torcal ya no cabía nadie más", cuenta joven.

Los trenes del Metro de Málaga tienen capacidad para 202 pasajeros. Durante este Lunes y Martes Santo operan con la frecuencia habitual pero con horario ampliado hasta las 02.30.

Durante la franja en la que mayor paso de procesiones hay programadas, entre las 17.00 y las 00.00, la frecuencia del suburbano es de cinco minutos y 50 segundos, un lapso que se multiplicará por dos en el caso de que el tren pase lleno, hasta los once minutos. 

PROBLEMAS ESPERADOS

Era esperable que la Semana Santa pusiera en evidencia los condicionantes que pesan sobre la infraestructura del Metro para llegar al casco histórico. Tal y como ha ido informando EL ESPAÑOL de Málaga, la parada de Atarazanas cuenta con unas dimensiones insuficientes para acoger una importante demanda de pasajeros como la que se espera en estas fechas.

A diferencia de lo que ocurre en otras estaciones como Guadalmedina o El Perchel, Atarazanas dispone de un solo andén lateral de poco más de 4 metros de ancho (cuando lo normal son 8 metros) por 66 metros de largo.

Para evitar problemas, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de la capital y la concesionaria responsable de la explotación del suburbano, impusieron unas medidas restrictivas que pasan por impedir que los trenes lleguen a la estación Atarazanas entre las 17.30 y las 23.30 desde el Domingo de Ramos y hasta el Viernes Santo.

De tal forma, los pasajeros están obligados a bajarse en la parada Guadalmedina, localizada junto a El Corte Inglés, teniendo que recorrer a pie en ese intervalo horario los cerca de 500 metros para llegar a la Alameda y ver el paso de las procesiones.