La visita del rey este pasado miércoles a Ronda generó una gran expectación en la ciudad del Tajo, pero la ciudad del Tajo no fue la única localidad malagueña que el monarca visitó durante la jornada.
De manera absolutamente secreta, pasando desapercibido para todos, Felipe VI hizo una parada en Benaoján tras los actos oficiales y antes de tomar el helicóptero que lo llevó de regreso a Madrid.
El rey optó por este pequeño municipio, a unos 20 minutos en coche de Ronda y con poco más de 1.400 habitantes, para almorzar, una actividad que no estaba reflejada en su agenda oficial.
La visita se desarrolló con la máxima discreción con la que se suelen tratar los asuntos privados del rey, lo que ha provocado que ni siquiera muchos de sus vecinos se enteraran. De hecho, ni la alcaldesa de la localidad, Soraya García, sabía que se produciría hasta que varios movimientos raros le hicieron sospechar de que algo ocurría en su pueblo.
A penas 20 minutos antes de que el monarca llegara a Benaoján, García se enteró de la visita y, sin pensárselo, se dirigió al lugar en el que estaba previsto el almuerzo de Felipe VI para intentar saludarlo.
"Nunca imaginé que conocería y conversaría con SM el Rey Felipe VI, con ropa y calzado deportivo", ha escrito la regidora en sus redes sociales este jueves, que finalmente logró conversar y fotografiarse con el monarca aunque "no era una situación prevista" en su agenda "al inicio del día".
La alcaldesa cuenta que fue "un cúmulo de circunstancias casuales, sumadas a la intuición", lo que le llevó a saber que Felipe VI se dirigía a Benaoján para almorzar minutos antes de que sucediera.
Pese a todo, no dudó en acercarse a la zona "para darle la bienvenida, agradecerle su visita a Benaoján y, por supuesto, invitarlo para que nos visite de forma oficial y con más tiempo en futura ocasión".
Durante el encuentro del monarca con la alcaldesa, esta le contó cómo había deducido su visita, algo que le pareció "muy curioso" y fue motivo de risas, según cuenta.
De la misma forma, conversaron la Cueva del Gato, que el rey no pudo visitar porque "disponía de muy poco tiempo". García, no obstante, lo animó a hacer en otro momento "como en su día lo hizo su padre" junto al progenitor de esta, entonces alcalde de Benaoján, recordó.