Las lluvias de las últimas semanas no han apaciguado la situación de sequía que sufre la cuenca de la Costa del Sol Occidental y, sin cambios a la vista, no queda otra que ampliar las limitaciones en el uso del agua potable ya en vigor para garantizar el suministro. 

Este viernes, la Comisión de la Sequía de la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas ha decidido por unanimidad mantener las medidas implantadas y ha decretado la necesidad de aprovechar al máximo las aguas regeneradas y de implantar limitaciones del uso de agua potable para el baldeo de calles o jardines.

Los sistemas de La Viñuela, Campo de Gibraltar, Benínar y Cuevas del Almazora ya implantaron hace unos meses estas restricciones. A ellos se suman ahora, además, Guadalhorce-Limonero y Costa del Sol Occidental, a los que se establece un 10% de limitación.

La decisión parte de una reunión presidida por la Secretaría General del Agua de la Consejería de Agricultura en la que han participado las administraciones competentes, usuarios, sindicatos, organizaciones empresariales y ecologistas.

El secretario general del Agua, Ramiro Angulo, ha defendido que las nuevas medidas buscan "garantizar tanto el abastecimiento a la población, así como la normalidad de la actividad diaria del sector turístico en estos momentos de pertinaz sequía".

Angulo ha incidido en "el uso responsable del recurso hídrico" en el periodo de sequía y, en este sentido, la Comisión ha decidido impulsar durante los meses estivales una nueva campaña de concienciación para informar sobre el buen uso del agua y sobre cómo contribuir desde el hogar al ahorro del gasto hídrico con pequeños gestos cotidianos.

Año muy seco

Angulo ha expuesto los últimos datos para evaluar la situación hidrológica teniendo en cuenta las precipitaciones acaecidas durante el mes de mayo y junio. Con carácter general, se ha dado cuenta de que las lluvias del mes de mayo se han concentrado en la parte más oriental de la demarcación, en las provincias de Granada y Almería, mientras que en la zona occidental (provincias de Cádiz y Málaga) las precipitaciones han afectado fundamentalmente a las áreas situadas aguas abajo de los embalses. De esta forma, no se han producido cambios significativos respecto a las hipótesis manejadas en abril en las zonas con regulación superficial y, por tanto, persiste el carácter de año muy seco en la cuenca.

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