Ernesto Pimentel arranca por tercera vez la carrera para conseguir ser el rector de la Universidad de Málaga. El hasta este martes vicerrector de Estudios de la UMA, ha anunciado que deja su actual cargo para en los seis meses que restan hasta las elecciones en su candidatura, un proyecto "común, ilusionante y capaz de transformar".
Pimentel se enfrentó en 2015 al actual rector, José Ángel Narváez, y a Miguel de Aguilera para suceder a Adelaida de la Calle. En 2019, presentó una candidatura conjunta con Narváez y este 2023 parece ser el año definitivo.
Como primer paso, ha presentado su dimisión como vicerrector por una cuestión "de responsabilidad, de ética y de rigor" y para "tomar distancia" de la acción de gobierno y centrarse en la confección de un "proyecto de futuro" para la UMA.
Para ello, va a comenzar, ha dicho, un proceso de escucha activa de la comunidad universitaria a través de su web y de grupos de trabajo.
Pimentel ha sacado a relucir la gestión durante estos últimos cuatro años de Narváez, que finaliza ahora un segundo mandato que "ha sido determinante para el crecimiento de la institución educativa malagueña". "Concluida esta etapa y consciente de que aún queda mucho por hacer", Pimentel da un paso hacia adelante en solitario.
Este malagueño de nacimiento es licenciado en Matemáticas en 1988, doctor en Informática y catedrático del área de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA desde 2003.
Con esta experiencia, aspirar a dirigir la que ha considerado "la universidad con más expectativas de crecimiento de Andalucía" para transformarla "al ritmo que nos está marcando la sociedad", teniendo en cuenta todas las áreas del conocimiento.
De hecho, ha hablado de fortalecer las Humanidades, "que nos permiten ver el mundo de manera integral y fomentar el pensamiento crítico"; afianzar las Ciencias, "que nos ofrecen soluciones para afrontar los retos de la vida"; asegurar las Ciencias Jurídicas y Sociales, "que nos ayudan a construir un mundo basado en la seguridad del derecho, los valores de la democracia y en la complejidad de las interacciones humanas".
Tampoco se ha olvidado de las Ingenierías y la Arquitectura, "que son fundamentales para desarrollar las capacidades tecnológicas, industriales y de desarrollo sostenible"; además de consolidar las Ciencias de la Salud, "que nos proporcionan una vida digna y ayudan a mejorar el bienestar de las personas".
Y todo ello, con "un proyecto transformador, porque la sociedad está cambiando, porque están cambiando las formas de trabajar, las formas de enseñar, las formas de aprender, porque tenemos que liderar ese cambio".