La Audiencia de Málaga ha suspendido el juicio previsto para este miércoles a un hombre acusado por la muerte de un dj tras impactar una de las balas supuestamente disparadas por el procesado al techo durante una fiesta en la localidad malagueña de Marbella que no tenía autorización por las restricciones sanitarias por el COVID-19 que había en ese momento, marzo de 2021.
El juicio estaba fijado inicialmente para celebrarse en la Sección Novena esta semana, en concreto, el miércoles y el jueves; aunque, según han señalado a Europa Press fuentes judiciales, se ha suspendido al no poder comparecer el acusado, que supuestamente tenía prohibición de salir del país, pero viajó a Marruecos.
Al parecer, han indicado las fuentes, el procesado intentó volver a España pero no le fue permitida la entrada por algún tipo de problema con el pasaporte, por lo que la causa está ahora pendiente del ministerio fiscal para ver si se ordena la busca y captura del acusado.
La Fiscalía solicita nueve años de cárcel. Los hechos sucedieron en el transcurso de una fiesta que se celebraba en una casa de Marbella sin autorización ya que en ese momento "regían las restricciones sanitarias impuestas por las autoridades consecuencia de la pandemia", según las conclusiones iniciales del fiscal. Había 35 personas bailando y bebiendo, con la música muy alta.
En un momento determinado, señala el escrito de la acusación pública, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, que estaba en un reservado con unos amigos, se levantó y "para llamar la atención esgrimió una pistola" y, "actuando con grave riesgo para los asistentes, llegó a realizar tres disparos hacia el techo de la vivienda".
Una de esas balas, según sostiene el ministerio fiscal en su acusación inicial, rebotó e "impactó en la zona del cuello del dj", que había sido contratado para actuar y poner música en la fiesta. Le seccionó la vena yugular y le provocó una hemorragia que le produjo el fallecimiento de forma "progresiva y rápida", aunque llegó a caminar hasta la zona de la cocina.
Al haber mucho ruido en la fiesta, los asistentes no se dieron cuenta de lo que había ocurrido y la víctima solo fue auxiliada por una mujer que había sido contratada para labores de limpieza, quien al verle sangrando le taponó la herida con una toalla y pidió ayuda, aunque "no acudió nadie" sino que "todas las personas comenzaron a irse corriendo de la vivienda". La víctima falleció en el lugar.
El arma supuestamente utilizada, calificada como arma de guerra con lo que está prohibida su compra o tenencia por particulares, fue encontrada escondida en un espacio delantero de una moto de agua que estaba en el garaje de la vivienda del acusado en Marbella. También se encontró un silenciador compatible con dicha pistola.
Para el fiscal, inicialmente se trata de un delito de homicidio imprudente con uso de arma, por el que pide cuatro años de prisión; y otro de tenencia ilícita de arma de guerra, por el que solicita una pena de cinco años de cárcel. Además, pide que indemnice a la madre y al hermano del fallecido con la cantidad de 450.000 euros.