En el PSOE, hace pocos meses, empezaron a percibir que sus “logros” no llegaban a la sociedad. “No estamos explicando lo que estamos haciendo”: de la subida del salario mínimo, a las prestaciones sociales, o los datos récord de empleo. A comienzos de año, cuando el horizonte electoral de 2023 comenzó a vislumbrarse, Pedro Sánchez cambió su plan y pasó de las reformas a la campaña, pero en las últimas elecciones municipales y autonómicas, con la amplia victoria del PP de norte a sur del país, los socialistas han visto que han llegado tarde.
Tras perder parte del poder territorial que tenían, solo les queda ahondar en esa estrategia: explicar una y otra vez cómo “ha mejorado” la vida de los ciudadanos en los últimos cuatro años pese al impacto de una pandemia y de una guerra en las fronteras de Europa y confiar en que el electorado progresista se movilice el próximo 23 de julio.
Si el 28 de mayo fue un amago de plebiscito sobre Pedro Sánchez, dentro de dos semanas se jugará la batalla final y desde Ferraz han puesto en fila a todos sus dirigentes para difundir un mismo argumentario: “Está en juego seguir avanzando con un Gobierno liderado por Pedro Sánchez o retroceder con Feijóo varias derechas”.
Así lo resumió este jueves en Málaga el secretario general de los socialistas malagueños, Dani Pérez, que necesita que las próximas elecciones le insuflen un mínimo aliento para recuperarse de los dos últimos reveses que los ciudadanos le han dado en las urnas: en términos provinciales, al perder el poder en muchos municipios claves; y en primera persona, al salir derrotado de nuevo frente a Francisco de la Torre en la capital.
El acto pistoletazo de salida a la campaña electoral de las elecciones generales representó, no obstante, un espaldarazo de todo el partido a su figura, sobre la que no ha habido el más mínimo de cuestionamiento en las últimas semanas, al menos públicamente. Pérez se rodeó bajo el atardecer de la capital por la cabeza de lista del PSOE al Congreso de los Diputados por Málaga, Mari Nieves Ramírez, y el número uno al Senado, Rafael Granados, y varias decenas de militantes que asentían bajo la humedad del ambiente cada palabra ante el micrófono. El mensaje fue uno: “Avanzar y avanzar frente a derogar y derogar”.
“Tenemos 15 días por delante para explicar lo que hemos hecho como gobierno con el mejor presidente que podíamos tener", arrancó Pérez un discurso, en el que animó a los afiliados y cargos del partido presente a "darlo todo" y a "pedir la movilización".
El secretario de los socialistas malagueños se mostró convencido de que "va a haber un repunte" porque "la derecha ya está movilizada y ahora nos toca a nosotros saber lo importante que son estas elecciones y explicárselo a los vecinos". "Si la izquierda se moviliza, ganaremos las elecciones”, aseveró.
Pérez contrapuso el modelo de país por el que el Ejecutivo ha apostado en esta última legislatura, "una política de país", frente a Feijóo y Abascal, que, dijo, "representan el túnel del tiempo". Aunque la crítica más feroz fue contra el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, al que calificó como el "más populista y trumpista".
En la misma línea se expresó la cabeza de lista del PSOE al Congreso de los Diputados por Málaga, Mari Nieves Ramírez, quien insufló a los presentes el ánimo para reivindicar que "estamos cargados de razones y orgullosos de defender a Pedro Sánchez".
"No van a derogar el sanchismo, hay sanchismo para rato", aseveró la también concejala del Ayuntamiento de Torrox, que defendió que antes una campaña "ceniza", los socialistas van a poner sobre la mesa "propuestas y avances", como un "país más feminista".
En este sentido, la candidata defendió que "el problema no es Vox, que viene a implantar odio; el problema es el PP que está permitiendo que se quiten las concejalías de igualdad o que llamen a la violencia machista violencia intrafamiliar". "Vamos a comernos las calles cargadas de razones", apostilló.
Por último, el número uno del PSOE al Senado, Rafael Granados, subrayó la importancia de reivindicar “lo que hemos hecho en España, desde Felipe González a Rodríguez Zapatero hasta Sánchez”. “El PSOE ha sido fundamental para el desarrollo de nuestro país”, aseguró.
Durante el acto, de menos de una hora, funcionarios de justicia escondidos entre el público sacaron silbatos y carteles con el rostro de Sánchez al grito de "Justicia parada y el Gobierno no hace nada". La protesta apenas duró un minuto, hasta que fueron desalojados, pero supuso un hachazo en el ambiente de una militancia socialista convencida de que tiene razones, pero que sabe que necesita que todos los focos visualicen la gestión de los últimos cuatro años para convencer a los ciudadanos de salir el próximo 23 de julio a las calles. "No nos vamos a quedar callados, vamos a sacar pecho", dijo Pérez. La incógnita está en si habrá quien les escuche o si llegan demasido tarde de nuevo.