Una patrulla de la Guardia Civil que realizaba un servicio de control y vigilancia por la A-7 destino a Barcelona le pilló infraganti. Estaba conduciendo a 223 kilómetros por hora en una vía que estaba limitada a 100 en Málaga. Para evitar la multa, el conductor tuvo la gran idea de presentar una denuncia falsa por sustracción de su vehículo.
Sin embargo, solo se buscó un mal mayor con esta maniobra. El hombre, de 45 años y español, se enfrenta, además de a un delito contra la seguridad vial, también a otro por simular una infracción al presentar la denuncia falsa por el robo del coche.
Los agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil lograron localizar el vehículo en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre para informarle de los delitos cometidos.