Hay universos que están al alcance sólo de aquellos que adquieren la condición de multimillonarios; espacios físicos vedados al común de los mortales, que apenas pueden entretenerse con imaginar lo que debe ser vivir en una mansión de 20 millones de euros. Y uno de esos olimpos en la tierra se encuentra enclavado en la provincia de Málaga: La Zagaleta.
La considerada por muchos como la urbanización más cara de Europa representa todo aquello que alguien con el dinero por castigo puede soñar: exclusividad en el producto residencial, máxima privacidad, servicios de primer nivel al alcance de la mano y hasta un helicóptero, el Augusta Westland AW109, a disposición de los privilegiados propietarios para viajes de trabajo, turísticos, gastronómicos, deportivos o excursiones personalizadas.
Este resort es el resultado de la ambiciosa apuesta que hace ahora 32 años materializó un grupo familiar adelantado a su tiempo y que fue capaz de dibujar sobre 900 hectáreas de terreno de Benahavís uno de los mayores y más reconocidos complejos residenciales de todo el mundo.
Lejos de la antigua filosofía desarrollista de la Costa del Sol, La Zagaleta presume justamente de haberse ordenado minimizando el espacio reservado para las viviendas. En toda su extensión, según explica Jacobo Cestino, CEO de La Zagaleta, se levantan más de 250 viviendas con una superficie total de entre 3.000 y 10.000 metros cuadrados y unos precios que van en consonancia; de los 3 millones de euros a los 34 millones. "El rango de 8 millones de euros es el que mayor oferta de viviendas hay", explica.
Las condiciones urbanísticas de la finca reservan un máximo de 400 parcelas para la promoción y construcción de viviendas unifamiliares aisladas y un desarrollo hotelero. Es decir, hay camino aún para poder ampliar las villas que despiertan el deseo de muchos.
Estos parámetros quedan muy lejos de lo que en origen se llegó a plantear. Así lo destacan los responsables de La Zagaleta que recuerdan que cuando se puso sobre la mesa la decisión de ir adelante con este gran desarrollo se manejó la posibilidad de construir 3.000 viviendas.
Sin embargo, explican, fue el ideólogo de la operación, Enrique Pérez Flores (hasta su fallecimiento en 2020 presidente de Honor de la compañía), quien planteó que sólo fuesen 420. Una cifra con la que "se garantiza una baja densidad de construcción, lo que permite que hoy las casas están rodeadas de una abundante y cuidada vegetación, con vistas al Mediterráneo, África, Gibraltar, lagos y los dos campos de golf de 18 hoyos cada uno".
"La seña de identidad en el proyecto desde sus inicios fue la de ofrecer la máxima privacidad posible a sus futuros clientes, entre los que se encuentra el who is who empresarial y financiero europeo, además de un desarrollo extensivo basado exclusivamente en grandes villas unifamiliares, con ausencia total de edificaciones en altura, o en viviendas agrupadas o plurifamiliares", insiste Cestino.
Modelo de negocio
El modelo de negocio de La Zagaleta ofrece la posibilidad de adquirir el terreno o bien villas ya construidas por la propia La Zagaleta para entrar a vivir, que son acondicionadas a las especificaciones del comprador. Asimismo, la empresa cuenta con la mayoría de los mandatos exclusivos del mercado secundario de viviendas terminadas, villas que son renovadas, adaptando su arquitectónica y tecnología a los más altos niveles del mercado, y que están disponibles a partir de 3 millones de euros.
Y aunque la imagen que se tiene de la urbanización suele centrarse únicamente en la última villa vendida por varias decenas de millones de euros, la realidad es que todos sus habitantes tienen una amplísima gama de servicios añadidos. Uno de ellos es el Club de Socios, que cuenta con dos restaurantes, el centro ecuestre con 23 establos y 4 pistas, canchas de tenis y helipuerto.
Uno de los grandes privilegios es que disponen de servicio permanente de traslados en helicóptero para los propietarios de La Zagaleta y los miembros del club de campo. "El Augusta Westland AW109 cuenta con una autonomía de 850 km y puede utilizarse en viajes de trabajo, turísticos, gastronómicos, deportivos o excursiones personalizadas", precisan desde la empresa. Y subrayan que La Zagaleta es el lugar donde el cliente "encuentra discreción y el más alto nivel de seguridad (circuito cerrado de vigilancia, puertas de seguridad, patrullas, etc.)".
Procedencia de sus residentes
Con estos datos sobre la mesa, ¿quién puede permitirse vivir aquí? El director de Comunicación de La Zagaleta, Sergio Azcona, explica que huéspedes son, principalmente, "altos directivos, profesionales de éxito que buscan un sitio exclusivo con un perfil de baja o nula exposición y que provienen de Reino Unido (28%), Alemania (12%), Rusia (13%), Suiza, Dinamarca y norte de Europa (18%), y un 29% que se reparte entre españoles, árabes y otras nacionalidades".
El efecto de la pandemia de la Covid se ha dejado notar también sobre los clientes de La Zagaleta. Desde hace cinco años y, en especial, durante la crisis sanitaria, "se ha producido un cambio generacional".
"Ahora son jóvenes de 35-40 años, relacionados profesionalmente con la tecnología, renovables, sistemas, energía e innovación, cuya decisión de compra viene determinada por la calidad de la oferta deportiva y de ocio por un lado, y por el link con la naturaleza y la sensibilidad medioambiental por el otro", explican, incidiendo en que lo que buscan son casas con un mínimo de cuatro dormitorios (hay villas con hasta 8 habitaciones), un buen garaje, y un espacio en plena naturaleza donde poder disfrutar con su familia.
Aunque existe mucha rumorología en torno a qué personalidades o empresarios son propietarios de una casa en esta urbanización, desde la sociedad responsable de la misma mencionan de manera directa a quienes han compartido que son residentes: Hans Snook, fundador de Orange Telecom; lord Stanley Fink, extesorero del Partido Conservador británico o el programador y escritor David Heinemeier Hansson.
Por más que se trata de un espacio al que pueden aspirar un número ciertamente reducido de compradores, La Zagaleta responde a muchas de las exigencias derivadas de la pandemia, como su buena conectividad, el ser un entorno seguro, estar a pocos minutos de la playa, contar con una "excelente" oferta educativa bilingüe privada, tener centros hospitalarios públicos y privados cerca, así como un servicio de atención personalizada 24 horas llamado La Zagaleta Service.
Éste dispone de más de un centenar de profesionales, que atienden todas las necesidades de los residentes, ya sea la organización de actividades de ocio, conductores privados, lavandería, servicio doméstico de limpieza y mantenimiento de la casa, canguros, secretarias.