Castillos en la arena, paseos marítimos abarrotados, espetos de sardinas en chiringuitos de confianza y mucho calor. Esta es la imagen habitual que se nos viene a la cabeza cuando se habla del verano, pero hay muchas formas de vivirlo.
Hay gente que por una módica cantidad de precio el verano se lo toma de otra forma. Se dedica a estar más de una semana en altamar a bordo de una narcolancha esperando el mejor momento para alijar hachís en alguna playa española. Un plan alternativo. Aprovechando el buen tiempo, el movimiento de gomas en el mar de Alborán es incesante.
Coincide también que el crimen organizado ha vuelto a activar las rutas para transportar inmigrantes a bordo de narcolanchas. Algo que se vio esporádicamente en el pasado y, desde hace un par de semanas, la llegada de inmigrantes subidos en este tipo de embarcación ha sido pública, ya que se han grabado estas escenas en varias ocasiones por los testigos que estaban en playas almerienses.
ACELERANDO
La actividad del narcotráfico siempre es frenética, pero en el periodo estival lo es aún más. Las organizaciones criminales en la Costa del Sol buscan dos cosas en estas fechas: veranear y conseguir stock para la llegada del otoño.
Eso provoca que el Mediterráneo sea una base móvil para las organizaciones criminales que se dedican al transporte hasta territorio español de hachís o cocaína. Esta última en mucha menor cantidad, que se ha detectado que está siendo introducida por rutas históricas de hachís.
En cuanto al funcionamiento de los clanes narcotráfico, tienen en el mar más gomas que antes por las modificaciones legales que se aprobaron en España porque ya se consideran embarcaciones prohibidas. Tras conseguir botar una lancha, prefieren que esté operativa en alta mar el máximo tiempo posible ya que la posibilidad de retirarla siendo detectados por el SIVE o por cualquier Fuerza y Cuerpo de Seguridad es muy alta.
La dificultad radica en que necesitan camiones con remolques que lleguen a playas para esconder la narcolancha y guardarla en un lugar seguro. Esto supone más dinero y tiempo: de lo primero las mafias tienen de sobra, pero de lo segundo no tanto.
En un alijo de playa bien organizado en poco más de cinco minutos todo está listo. La lancha huyendo y la droga camino de la guardería. Pero una operación para esconder una narcolancha en un remolque les supone un riesgo extremo de ser detenidos in fraganti.
Por ello en el mar de Alborán conviven tantas narcolanchas. En un vídeo fechado a finales de junio y publicado en TikTok se observa como varias narcolanchas realizan maniobras junto a un ferry. La ruta era la de Nador-Almería y el público grabó el show como si fuera una actuación incluida en la travesía. A los narcos se les percibía con total impunidad, como hacen en las Islas Chafarinas.
En esa red social desde finales de mayo han aparecido todo tipo de nuevas imágenes grabadas directamente desde tripulaciones de narcolancha. La mayoría de estos vídeos están geolocalizados en costas marroquíes.
El narcotráfico en España está imitando a organizaciones criminales de otros países que se muestran abiertamente en redes sociales. En México incluso reclutan a personas para que trabajen para los Carteles por Telegram o TikTok, en España por ahora puede que existan caso puntual pero no se detectan estrategias generales para captar a personas que realicen trabajos para el crimen organizado.
Sí que se percibe que las organizaciones criminales marroquíes están mostrando muchos vídeos de narcolanchas ofreciendo la posibilidad de ser llevados a España. Con la cantidad de petaqueras (embarcaciones que transportan gasolina) que están entre Melilla y Almería, la inmigración ilegal es una gran fuente de financiación para organizaciones criminales que antes ni pensaban en realizar estos cometidos.
FLOTAS
Las imágenes satelitales de Google en las que se veían flotas enteras de narcolanchas en las Islas Chafarinas o Alhucemas evidenció que la estrategia de acumular tantas gomas no les estaba afectando en nada al crimen organizado. De hecho, economizan esfuerzos y también es una prueba de que la colaboración entre mafias es máxima.
Acumular 20 narcolanchas en un punto con un coste de más de 200.000 euros cada una es casi imposible para una única organización criminal. Todo este entramado prueba la unión total de inteligencia y medios entre las organizaciones necesarias para que un alijo de droga acabe en manos del cliente de turno a la Península Ibérica.
Tras la llegada masiva de hachís a España se activa la siguiente organización criminal que está especializada en transportar al norte de Europa la mercancía. En estas fechas se han notado muchos miembros del crimen organizado en la Costa del Sol especializados en los trayectos Go-Fast, algo habitual en esta época del año.
NARCOSUBMARINOS ABANDONADOS
Es tal la cantidad de embarcaciones semisumergibles que tienen operativas las mafias sudamericanas que ya hay imágenes de estas embarcaciones abandonadas en mitad del Océano Pacífico. Estos narcosubmarinos tienen un coste de construcción de más de un millón de euros. Son tan eficaces para el crimen organizado que cada vez se están construyendo con más capacidad.