La autopsia realizada a Paula, la joven de 28 años que presuntamente fue asesinada por Marco R. el pasado mes de mayo en Torremolinos (Málaga), ha determinado que recibió dos puñaladas mortales y que dichas lesiones son compatibles con un arma blanca que quedó dentro de su cuerpo y penetró unos 13 centímetros en el hemitórax derecho.
El informe, al que ha tenido acceso EFE, concluye que la mujer murió a consecuencia de una hemorragia masiva producida principalmente por dos puñaladas que penetraron en el hemitórax derecho, desgarrando una de ellas el lóbulo inferior del pulmón derecho, "lesión que produce una grave y rápida hemorragia que conduce a la muerte con rapidez".
A consecuencia de ello sufrió un shock hipovolémico, precisa el informe en el apartado de origen y causa de la muerte.
Paula no solo recibió esas dos puñaladas, sino que sufrió numerosas heridas, entre las cuales los forenses destacan al menos otras cuatro, que aunque no le hubieran producido la muerte inmediata, hubieran requerido de una asistencia médica urgente.
Tras su estudio forense, los facultativos determinan que el cuerpo presentaba tres tipos de lesiones: heridas inciso-punzantes y heridas incisas superficiales y profundas (todas ellas producidas por un arma blanca), además de equimosis y erosiones.
La joven, además, presentaba "lesiones típicas de defensa y/o lucha" en el antebrazo izquierdo y la palma de ambas manos.
Respecto a la posición de la víctima y el agresor durante el ataque, los forenses consideran que las heridas sufridas son compatibles con una agresión por el plano posterior y lateral derecho de la mujer.
En sus conclusiones datan la hora de su muerte sobre las 11.30 horas del 17 de mayo de 2023. Su cuerpo fue hallado por la policía tendido en el suelo de un pequeño salón en el apartamento en el que vivió con Marco R.
Ese día varias personas escucharon golpes y voces, se relata en el informe de la autopsia en el apartado de los antecedentes y circunstancias de su muerte, y poco después vieron salir del edificio al presunto agresor. Marco R. fue arrestado por la Policía Nacional en Torremolinos horas después de que se hallara el cuerpo sin vida de Paula.
No había denuncias previas por violencia machista entre la pareja, pero la joven había sido usuaria del Instituto Andaluz de la Mujer hacía más de tres años. El detenido, por su parte, tenía antencedentes y estaba incluido en el Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género, conocido como VioGén, por dos relaciones anteriores, una de ellas incluso con medidas cautelares.
Tras su detención por el crimen de Paula, cuando estaba en dependencias policiales, Marco R. vio una fotografía de Sibora Gagani, joven con la que había mantenido una relación y que desapareció en 2014, y de forma espontánea dijo que "estaba enterrada en el ático" donde había vivió con ella.
Pese a que luego se desdijo, se inició una investigación y la Policía descubrió su cadáver tras una doble pared en el piso que había compartido con Sibora. Los agentes necesitaron hasta cuatro registros en los que se emplearon densímetros, microcámaras e incluso rayos X para encontrar los restos de Sibora.
El cadáver estaba oculto tras un doble tabique que Marco R. levantó en un rincón de la habitación y estaba perfectamente hecho, por lo que era casi imposible saber que no era un muro de la construcción original