El conflicto palestino-israelí volvió a estallar el 7 de octubre tras los atentados de Hamas que dejaron más de 1.000 civiles muertos y que, como respuesta, provocará una previsible invasión militar israelí de Gaza, donde desde 2005 no hay presencia militar. Israel lleva desde ese día bombardeando territorio gazatí y ha provocado, según las autoridades de Hamas en Gaza, más de 1.000 muertes.

Estos hechos gravísimos han hecho escalar la tensión de un conflicto regional en la zona por la posible participación de aliados de Irán

En la Costa del Sol, ya no hay presencia de importantes mandatarios de Oriente, pero eso no fue así en la década de los 80, cuando atentados cometidos por organizaciones terroristas proiraníes intentaron desestabilizar desde aquí el Golfo Pérsico.

En el año 1984 la Yihad Islámica Libanesa cometió dos atentados en Marbella tratando de influenciar en un Oriente Medio en el que en ese momento era testigo de dos guerras. Con la cantidad de presencia de jeques y altos funcionarios de países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Kuwait que en esa época veraneaban en una glamurosa Costa del Sol, se temió que estas acciones se perpetuaran en el tiempo con el fin de desestabilizar Oriente Medio desde aquí.

Era tal el volumen de personas ilustres de los países mencionados que se realizaron estafas haciendo creer a mucha gente que jeques buscaban trabajadores para sus mansiones o para sus empresas en los países de origen. Fue algo real que emergió del miedo a tener infiltrados entre trabajadores árabes a miembros de organizaciones y que llevó a la búsqueda de occidentales para esos trabajos.

Hubo un caso sonado de una pareja que fue detenida tras montar una oficina en el centro de Marbella que supuestamente hacía de enlace con empresas de Oriente Medio y que estafaron a más de 1.000 personas que se presentaron allí adelantando 15.000 pesetas de esos años para asegurarse un supuesto puesto de trabajo en Arabia Saudí.

LOS ATENTADOS

En 1984 se libraba la guerra entre Irak e Irán que comenzó en 1980 por la invasión de territorio iraní por parte de fuerzas leales a Sadam Hussein. Ese año, los frentes estaban estancados, pero la lucha política y propagandística estaba muy candente.

Para resumir en el contexto que se cometieron los hechos de Marbella también hay que mencionar otra guerra: el conflicto entre Israel y el Líbano nacido en 1982 que provocó el inicio de las milicias palestinas que hoy en día gobiernan Gaza y tienen presencia en Cisjordania, como la Yihad Islámica Palestina y Hamas.

Hasan Nasralá, líder de Hezbolá, se pronuncia ante sus seguidores. Reuters

Israel invadió el sur del Líbano para expulsar de allí a la Organización por la Liberación de Palestina (OLP), algo que encuentra algún paralelimo con la situación actual, en la que Hamas y la Yihad Islámica junto a Hezbolá están realizando ataques a posiciones militares israelíes desde esa zona.

En 1984 estaba estancada la primera contienda e Irán, a través de financiar milicias cercanas a ellos, activó una ola de atentados contra objetivos estadounidenses, franceses, kuwaitíes y saudíes que se realizaron desde 1982. El más conocido fue el atentado contra la embajada de EEUU en Beirut (Líbano) el 18 de abril de 1983, que lo asumió la misma Yihad Islámica Libanesa que atentó en Marbella. En realidad, fue Hezbolá, según se descubrió en investigaciones posteriores, pero era lo habitual en estos atentados que jugaban al despiste.

Irán, desde esa época, lleva financiando a milicias que tratan de desestabilizar otros países y así lo intentó en Marbella. Desde Hezbolá (Líbano e Irak), Hutíes (Yemen), Fatemiyoun (Siria), La Brigada Zainabiyoun (Pakistán), La red Khazali (Irak), Las Brigadas Badr (Irak) Los Batallones Sayyid Al-Shuhada (Irak-Siria), Yihad Islámica Palestina, Brigadas Al-Mukhtar (Bahrein). Todas estas milicias chiitas han sido históricamente entrenadas y pertrechadas por Irán. Incluso Hamas, que a pesar de ser sunitas han recibido apoyo del régimen chiita que inició el ayatolá Jomeiní.

La noche del domingo 5 de agosto de 1984 un comando de la Yihad Islámica Libanesa, una organización muy cercana a Hezbolá, intentó asesinar en el paseo marítimo de Marbella al kuwaití Khalid Almarzook. Este era propietario del periódico Kuwaiti "Alanbaa" y, en esa batalla que también se libra en medios de comunicación cuando estalla una guerra, era muy partidario del régimen iraquí.

Fue el primer atentado contra árabes en la Costa del Sol y lo perpetraron con un subfusil Ingram-Marietta: el terrorista acribilló a balazos a los ocupantes del Chevrolet donde se encontraba Almarzook junto a su chófer Yousuf Harsan y a dos acompañantes más.

En el atentado murió Harsan en el mismo instante y nunca se pudo encontrar a los autores de este hecho del que sobrevivió Almarzook. Al día siguiente, en una llamada desde Beirtut a la agencia France Press, la Yihad Islámica Libanesa reivindicó la acción e insistó en que su objetivo era atacar a Kuwatíes en cualquier parte.

QUIÉNES SON

Sobre la Yihad Islámica Libanesa que atentó en Marbella hay bastante misterio sobre orígenes y cuáles fueron sus precursores, pero lo que sí se sabe es que uno de sus líderes fue Imad Mughniyeh, unos de los miembros de Hezbolá con más secretos del Golfo Pérsico.

A Mughniyeh lo asesinó la CIA con un coche bomba en Damasco en 2008 tras culparle EEUU de decenas de asesinatos cometidos por atentados contra estadounidenses e isralíes.

Militantes de Hamás, en una expresión de fuerza. Ibraheem Abu Mustafa Reuters

Hezbolá se fundó en 1982 con la invasión israelí del Líbano y, desde ese momento, es esencial para la lucha de Irán por destruir Israel. Para la Unión Europea, su vertiente política con mucho poder en el Líbano no es considerada como una organización terrorista, no así su ala militar.

El segundo atentado en Marbella de la Yihad Islámica Libanesa fue realizado el 15 de septiembre de 1984 contra el ingeniero saudí Nasser Abdul Aziz que trabajaba en un ayuntamiento saudita y que fue ejecutado en una cafetería del centro de la ciudad por un terrorista.

Esto ya provocó pánico en la comunidad árabe y se reforzó la seguridad con la creación de una brigada especializada en hechos similares. Los servicios secretos se involucraron fuertemente para tratar de desmantelar el comando que cometió los dos atentados. También las propias embajadas de países del Golfo Pérsico asignaron a más personal de seguridad en la Costa del Sol.

A día de hoy los responsables de estos hechos están en paradero desconocido. El método para atribuirse los atentados fue el mismo que el ocurrido en agosto, una llamada a France Presse desde Beirut. 

En estos días que ya hay evacuación de embajadas occidentales en el Líbano, todo recuerda a esos años 80, con un Oriente Medio convertido en un polvorín y con una guerra entre Israel-Palestina y con la sombra de EEUU e Irán detrás.