La carretera A-355 de Málaga se ha convertido en un punto negro de la provincia. La vía que une Coín con Marbella ha sido escenario en los últimos años de numerosos accidentes, gran parte de ellos con víctimas mortales. Pese a la longitud del recorrido, es Coín el término municipal más afectado. Tras el accidente del pasado martes, EL ESPAÑOL de Málaga ha consultado a la Junta de Andalucía y a la Dirección General de Tráfico (DGT) las medidas previstas para potenciar la seguridad en este tramo.
La Junta es la titular de la carretera, por lo que se encarga de todo lo relacionado con el mantenimiento de la misma. Según indican a este periódico desde la delegación del Gobierno andaluz en Málaga, se prevé seguir tomando medidas dentro de sus competencias: en la mesa está la posibilidad de realizar un estudio "para ampliar la calzada y, sobre todo, construir una mediana".
Al contar con un solo carril por sentido, en esta vía se ha convertido en habitual los accidentes mortales debido a la colisión frontal de coches en la maniobra de adelantamiento. Por ello, otra de las soluciones que el Ayuntamiento de la localidad ha demandado es el desdoblamiento de la carretera entre Casapalma y Coín, un proyecto que debe estudiar y desarrollar la Junta.
Todas estas medidas son de calado, por lo que no verían la luz en el corto plazo. Desde la delegación del Gobierno andaluz detallan que la actuación más inminente se encuentra en los presupuestos de 2024, con una partida general sobre seguridad vial en la que se prevé incluir un estudio de mejora de la seguridad vial en esta carretera.
Asimismo, aseguran que se han llevado a cabo diferentes actuaciones desde que se comenzó a detectar este incremento de siniestralidad en la carretera, con la construcción de cuatro kilómetros de barreras de contención, cambio del petril en un viaducto, elevación de barreras en altura, nueva señalética y discos, bandas sonoras, pintadas en el eje de la carretera y una línea doble continua.
Sin embargo, estas medidas no parecen ser suficientes ante la imprudencia de algunos conductores. Entre las posibles soluciones que ha pedido el Consistorio también se encuentra la instalación de un radar, algo que compete a la DGT.
En declaraciones a EL ESPAÑOL de Málaga, desde la DGT señalan que ya se realizó un informe sobre esta vía que se remitió a la Junta para poner en marcha medidas de actuación, "algunas de las cuales ya han sido adoptadas".
En cuanto a la colocación de un radar, añaden que "no siempre es la solución a los accidentes, es el último recurso", especialmente cuando el factor concurrente principal de los accidentes mortales de esta vía "no ha sido la velocidad, sino el incumplimiento de otros preceptos del reglamento de circulación".
De esta forma, la DGT asegura que continúa trabajando "para adoptar las medidas más oportunas mediante un estudio técnico, con rigor y profesionalidad".
Hasta este martes, son ya 36 las víctimas mortales acumuladas en siniestros de tráfico en las carreteras de Málaga, sensiblemente por encima de lo ocurrido en todo 2022, cuando fueron 32.
Tomando en consideración el dato actualizado por la Dirección General de Tráfico hasta el lunes 18 de diciembre, en la provincia había 33 muertos (a los que sumar los tres ocurridos este martes), frente a los 28 de la misma fecha de 2022. A esa fecha, han sido 27 los accidentes mortales, los mismos que un año antes.