Ante esta situación, según han señalado, la médica le indicó que debía esperar a que atendiera a todos los pacientes y, posteriormente, le tocaría su turno. Tras ello, la usuaria "comenzó a protestar, a exigirle que la atendiera y, a continuación, le insultó, amenazó y empujó, y le obligó a cerrar la puerta de la consulta y quedarse en el interior para evitar más problemas".
Al parecer, según el SMM, la agresora comenzó a gritar y a amenazar, mientras el administrativo del centro de atención primaria intentó calmarla, aunque no lo consiguió. Según han añadido, la facultativa tuvo que permanecer encerrada en su puesto de trabajo junto a la médica de la consulta contigua, que había presenciado la agresión, ya que les estaba intimidando, y permanecieron ambas con la puerta cerrada por temor a represalias.
"No paró durante 40 minutos de aporrear la puerta e insultar a la pediatra, que temía por sufrir violencia física de la usuaria", explican desde el sindicato. Dada la gravedad de la situación, dieron aviso a la Policía Local y a la Guardia Civil. Según indican, los agentes que intervinieron tuvieron "mucha dificultad para conseguir que la agresora abandonara el centro de salud debido a su agresividad".
La pediatra, que tuvo que ser atendida por los compañeros por un ataque de ansiedad y la tensión alta y acompañada hasta el coche por agentes de la Guardia Civil, ha interpuesto una denuncia y solicitado una orden de alejamiento.
Tras los hechos los médicos se han concentrado en la entrada del centro de salud La Cala del Moral para condenar esta nueva agresión y para apoyar a la pediatra. El Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha criticado "una vez más esta y cualquier otra agresión a un compañero" y ha exigido a la Junta de Andalucía "la contratación de vigilantes de seguridad en atención primaria, así como más medidas que velen por la integridad de los profesionales sanitarios".