Portazo al tren de la Costa del Sol: el Gobierno diluye cualquier esperanza de recuperar la infraestructura

Al tren de la Costa del Sol, ese viejo conocido de la provincia de Málaga, se le acaban las esperanzas. Lejos de atisbarse un mínimo resquicio para pensar en su renacer, tras 24 años de travesía sin destino, los últimos gestos del Gobierno central entierran cualquier ilusión posible.

Por más que las señales en los últimos años parecían inequívocas, la constatación oficial se ha producido este viernes por boca del secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano Clavero, quien en unas jornadas de club Diálogos para la Democracia, ha confirmado que llevar el ferrocarril a Marbella no es una prioridad para el actual Ejecutivo.

Santano lo ha verbalizado de manera clara y sencilla, eliminando cualquier interpretación posible, relacionando esta posición en la ausencia de "datos claros" que justifiquen la necesidad de incluir esta infraestructura en la agenda estatal.

El número 2 del Ministerio de Transporte, que lleva apenas dos meses en el cargo, ha confirmado que en el seno de su departamento no existen estudios concretos que validen o no el paso adelante necesario para afrontar una obra que requerirá varios miles de millones de euros. 

Una afirmación que choca con el hecho de que en los últimos cinco ejercicios, los mismos que lleva Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, los Presupuestos Generales del Estado han reservado pequeñas partidas por un montante total de 506.000 euros para, a priori, realizar estudios.

Atendiendo a lo expresado, los fondos públicos consignados, si se han ejecutado, no se han empleado para analizar ni la viabilidad técnica de la actuación, harto compleja por lo colmatado del territorio donde se plantea, ni el valor potencial de la misma, midiendo su impacto social.

Las respuestas oficiales

La ausencia de trabajos en esta dirección es aún más llamativa si se toman en consideración las respuestas oficiales emitidas por el Gobierno en los últimos años. El 11 de febrero de 2020, el Ejecutivo, a raíz de una pregunta parlamentaria del PP sobre la paralización del tren litoral, precisaba: "En la actualidad, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está redactando el Estudio Informativo de esta actuación, en el que se están analizando en detalle las distintas alternativas de trazado posibles". 

Lo llamativo del caso es que este escrito oficial vio la luz dos años después de que el entonces ministro del ramo, Íñigo Gómez de la Serna, presentase un documento donde se dibujaban varias alternativas de trazado para llevar el Cercanías a Marbella, con posible prolongación a Estepona. 

Unos años antes, en 2017, con los populares en el Gobierno, en otra respuesta parlamentaria el Ministerio de Fomento confirmaba que en 2014 "redactó el estudio de viabilidad de la ampliación de la red de cercanías de Málaga hasta las ciudades de Marbella y Estepona".

Lejos del tren litoral, el secretario de Estado ha confirmado que los esfuerzos en materia ferroviaria están depositados ahora en mejorar las condiciones del Cercanías a Fuengirola y en avanzar en la construcción del Corredor Ferroviario del Mediterráneo. Una gran infraestructura que cuenta con los parabienes y la financiación millonaria de la Unión Europea y que discurre por el litoral de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia para llegar a Almería, desde donde tuerce su recorrido hacia el interior de Andalucía.

El mapa excluye el paso por la costa de la provincia de Málaga, decisión que fue adoptada en 2011 por el entonces ministro de Fomento José Blanco. Por más que su sucesora en el cargo, Ana Pastor, propuso a Bruselas incorporar el territorio malagueño, la realidad es que no hubo modificación alguna.

Desde la Plataforma en Defensa del Tren Litoral, su portavoz, Violeta Aragón, admite su sorpresa al ver cómo el representante del Ministerio de Transporte confirma que el ferrocarril a Marbella "no está entre las prioridades ni entre sus temas a estudiar". 

No obstante, quiere dejar una puerta abierta a la esperanza después de que el secretario de Estado haya confirmado su disposición a analizar el último trabajo ya enviado por el Ayuntamiento de Málaga sobre este proyecto, elaborado por la consultora ARCS, con informes de Analistas Económicos. "Por lo menos que se siente a ver ese estudio y que sea consciente de que es una de las principales reclamaciones que hay en la provincia", apostilla.