Málaga registra la mayor tasa de actividad emprendedora en España. Así lo asegura el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2022/23, elaborado por el equipo que forma parte de la Cátedra de Emprendimiento Sostenible de la Universidad de Málaga (UMA), con la participación de 36 expertos.

La iniciativa GEM, creada en 1999, tiene como misión la medición de la actividad emprendedora y la evaluación de los contextos para la ocurrencia de este fenómeno. En este caso, los datos obtenidos por el estudio arrojan la "consolidación empresarial" de la zona y un "crecimiento significativo", acompañados de las condiciones de Málaga como contexto para la creación de empresas: son mejores en términos comparativos con Andalucía, España y la Unión Europea, según se desprende en el GEM, financiado por el Ayuntamiento de la capital a través de Promálaga.

La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) es el principal indicador que se utiliza para medir el emprendimiento en una economía. El dato observado en Málaga provincia y Málaga capital destaca que la TEA de la provincia (7,5%) y de la capital (7,4%) "son superiores a la registrada en cualquier comunidad autónoma".

En cuanto al cambio de tendencia en la evolución temporal de la TEA, en 2022 se observa un crecimiento significativo que expresa una recuperación de los datos previos a la pandemia. El aumento se debe fundamentalmente al aumento de la población involucrada en la propiedad y gestión de una empresa naciente o de menos de tres meses.

La Tasa de Empresas Nacientes de la provincia (4%) es la más alta en España; un dato que mantiene una evolución ascendente, está próximo a doblar el registrado en 2018 (2,2%) y que supone un indicador de la posible población futura de empresas nuevas, según se destaca en el informe.

En este sentido, el Informe GEM Málaga 2022/23 también revela un cambio de tendencia en la tasa de empresas nuevas o con una vida económica comprendida entre tres y 42 meses. Esta realidad se observa en la provincia y en la capital. En 2021 este indicador mostraba un valor bajo y el dato de 2022 puede indicar la recuperación de un escenario anterior a la pandemia. De hecho, Málaga capital lidera esta tasa de empresas nuevas.

"En definitiva, la información analizada describe una economía con una actividad emprendedora muy destacable a nivel nacional, que señala una evolución favorable. Por otra parte, se puede concluir que Málaga ofrece un contexto con buenas condiciones para el emprendimiento", apuntan.

Esta conclusión se deriva tanto de la percepción de la población como de la evaluación de los expertos consultados, indicando que Málaga provincia y capital "registran el mayor porcentaje de población que manifiesta percibir oportunidades para emprender en su entorno". Además, el porcentaje de población que indica estar capacitado para emprender es uno de los más elevados en la economía nacional.

Estas dos circunstancias "dota al territorio de un potencial que diferencia a la economía malagueña de otras en el país", han asegurado. A esto se suma que el porcentaje de la población que afirma conocer referentes que inspiran la acción de emprender y el porcentaje que manifiesta que es fácil emprender en su entorno destacan en términos comparativos con otras economías.

Por otra parte, la evaluación de Málaga realizada por los expertos se sintetiza en el Índice de Contexto del Emprendimiento (NECI). El valor de este indicador (5,3) supera el observado en cualquier región española, mejorando notablemente el registrado a nivel de Andalucía (4,2) y España (4).

"Por lo tanto, en su conjunto, se puede considerar a Málaga como un espacio para la creación de empresas con unas condiciones diferenciales que la identifican como un lugar adecuado para el fenómeno emprendedor", señala el informe.

De la información analizada se extrae que el 32,5% de la población involucrada en la gestión y la propiedad de una nueva empresa en Málaga tiene una edad comprendida entre 35 y 45 años. La población que tiene entre 25 y 35 años supone el 24% de la población emprendedora y el 27% tiene una edad comprendida entre 55 y 65 años.

Además, el 58,6% de la población emprendedora tiene estudios universitarios y un 24,3% han sido inversores informales en los últimos tres años. El 5,6% de la población de la capital ha actuado como inversor informal y el 32,1% de estos inversores es emprendedor.