El crecimiento que ha experimentado Málaga en los últimos años ha sido desigual entre los diferentes puntos de la ciudad. Las diferencias que a día de hoy presenta Cruz de Humilladero con respecto a otros barrios son notables; sin embargo, gran parte de la acción municipal prevista para este mandato se presenta, precisamente, en el distrito 6. Y es que son al menos cuatro proyectos de gran calado los que están focalizados en este enclave de la zona oeste de la capital.

El presidente de la ONG Asociación Solidaridad Asistencial En Compañía (ASAEC), Antonio Paneque, explicaba a este periódico hace unas semanas la oportunidad que se presenta para “uno de los distritos más azotados” con la llegada del CaixaForum: “A nivel laboral, es una zona de trabajadores con barrios que se han quedado anclados. Necesitamos inversiones innovadoras, por lo que recibimos el CaixaForum como agua de mayo”, relata.

Esta realidad se encuentra avalada por dos hechos principales: el primero, que Cruz de Humilladero ocupa la posición 15 de 20 en el ranking de renta bruta de la capital (con 22,494 de media en comparación los 53.000 de La Malagueta, en primer lugar); el segundo, que pese a que ha aumentado población en el último año, el cómputo general de la última década es negativo. Un escenario que también se repite en el caso de la zona Este, Centro y Carretera de Cádiz.

Por eso, el discurso de distintos colectivos del entorno converge en la idea de que el boom turístico y cultural también tiene que recaer en los barrios del extrarradio, favoreciendo una suerte de expansión en paralelo para evitar que se queden "antiguos y envejecidos". 

¿Qué aportaciones se incluyen en el plan de acción? Una alternativa habitacional, otra de corte cultural y una tercera pensada en el ámbito comercial parecen ser las principales necesidades. Por añadir solo un dato, Cruz de Humilladero es el distrito con mayor oferta de locales comerciales después del Centro en portales como Idealista. "Tenemos muchísimos locales vacíos. Y el problema no es únicamente que nos estemos quedando sin comercios, sino que estos espacios los están convirtiendo en vivienda", aseguraba entonces la presidenta de la Asociación 320 viviendas, Isabel Cabrera.

Proyectos clave

La hoja de ruta del gobierno municipal tiene focalizado en este lugar varias iniciativas que, de algún modo, van a vehicular el desarrollo de este distrito. El último del que se conocieron los detalles fue el ya mencionado CaixaForum.

El diseño elegido, que lleva la firma del estudio barcelonés Pich Architects, recrea una gota de agua, en cuyo interior habrá más de 9.400 metros cuadrados, que dará cabida a dos grandes salas de exposiciones, auditorio y salas polivalentes en primera planta. Dispondrá también de espacio educativo, una cafetería-restaurante y una tienda-librería en la planta baja, así como de un aparcamiento subterráneo. La parte exterior estará caracterizado por un gran jardín.

Todo ello sin olvidar las 300 plazas de aparcamiento para seguir manteniendo el servicio que se ofrece en la parcela donde irá ubicado esta infraestructura llamada a ser el "nuevo polo cultural de Málaga". 

Quizá esta iniciativa destaque por la celeridad con la que se ha desarrollado. Todo lo contrario a lo que se sucede con la vieja cárcel de Cruz de Humilladero, aunque este extremo parece estar próximo a resolverse. Tal y cómo adelantó este periódico, el Ayuntamiento de Málaga tiene un plan. De hecho, los técnicos de la Gerencia de Urbanismo ya trabajan en sentar las bases de una futura licitación mediante la que otorgar varias concesiones para que empresas privadas desarrollen en su interior un proyecto educativo, vinculado a la formación profesional (FP) dual, cultural y otro relacionado con la innovación.

El movimiento señalado supone toda una novedad, porque aunque en los últimos años ha habido algunas entidades interesadas en el edificio, caso de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) o la Basque Culinary Center, ninguna de ellas ha dado el paso definitivo. En buena medida por las enormes dimensiones del antiguo complejo penitenciario, con 14.500 metros cuadrados construidos, a los que sumar 5.000 metros libres, y el elevado coste económico de su rehabilitación. El valor de las obras necesarias para la puesta en valor del inmueble llegaron a calcularse en unos 24 millones.

La venta de tres de las cuatro torres que el planeamiento urbanístico permite levantar en los antiguos suelos de Repsol iba a ser una de las grandes operaciones inmobiliarias del año 2023. Frente a las buenas perspectivas del Ayuntamiento de Málaga, que confiaba en ingresar una suma millonaria y en abrir la puerta a un proyecto residencial de envergadura, la realidad es que el concurso de enajenación se ha visto sometido a una zozobra continua, en la que sigue inmersa.

Y con la sombra de la duda judicial generada después de que el colectivo Bosque Urbano llevase el asunto a los tribunales hace año y medio, sin que por el momento exista una resolución firme respecto a su demanda de anular la subasta de la parcela.

El colectivo ciudadano exige que la totalidad del terreno, con unos 177.000 metros cuadrados, sea destinado a zona verde. Una propuesta que contrasta con lo que dibuja el Plan General de Ordenación Urbanística de la ciudad, vigente desde agosto de 2011.

La realidad es que casi un año después de que se anunciase el concurso de venta sigue sin cerrarse la adjudicación definitiva, que corresponde al Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo. Es de prever que en los primeros meses de 2024, una vez que la mercantil resuelva ciertos aspectos de la operación, quede formalmente adjudicada la venta de estos terrenos, sentando las bases de la que está llamada a ser una de las grandes transformaciones de la capital de la Costa del Sol, justamente en la frontera entre Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz. 

Desde hace años está sobre la mesa del equipo de gobierno la necesidad de ampliar el Palacio de Ferias. Las bases para el futuro estaban incluidas dentro de la actuación con motivo de la candidatura de Málaga para la Expo de 2027; un hito que no pudo llegar a buen puerto, aunque no por ello se ha perdido el interés.

Durante la celebración del 20 aniversario de este lugar, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, señaló que el Palacio de Ferias de Málaga se ha quedado "pequeño", apuntando a la necesidad de ampliarlo porque "los que trabajamos en esto nos damos cuenta de que algunos congresos no se pueden hacer en Málaga por falta de espacio". "Málaga es grande, tiene muchos atractivos, es reconocida por su calidad de vida y hay que ampliar y mejorar el Palacio", recalcó, pidiendo el apoyo del resto de instituciones, especialmente del Ayuntamiento de Málaga.