Los narcotraficantes son delincuentes pero hay que reconocerles que tienen ingenio pues transportan la droga de mil maneras distintas, cada cual más peculiar, para intentar que no les atrapen. Afortunadamente la Policía Nacional, dentro de los medios que tiene, consigue detectar alguno de estos alijos y detener a los responsables de estas redes criminales.
La última ha sido la operación Raff, en la que la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han intervenido 16 toneladas de pellet (piezas cilíndricas prensadas de materiales variados y que sirven como combustible para calderas o estufas) impregnados con cocaína y han desmantelado un centro de procesamiento, preparación y almacenaje de drogas sintéticas.
Ha habido cinco detenidos tras realizar registros en las viviendas de los cabecillas de esta red. Una estaba en Marbella y la otra en Tarragona. Las naves industriales en las que almacenaban la droga están en Reus (Tarragona).
Según ha informado este domingo la Policía Nacional, se han intervenido 5 kilos de drogas de síntesis –speed y MDMA-, 3.965 euros en efectivo, dos prensas hidráulicas, material para la elaboración de estupefacientes, un camión y un vehículo de alta gama.
Los miembros de la organización –de origen albanés, holandés y lituano- introducían la sustancia estupefaciente a través de los puertos españoles, mediante contenedores marítimos, simulando operaciones de comercio internacional con apariencia de legalidad. Para ello utilizaban métodos de ocultación muy sofisticados, camuflando o impregnando la droga en distintos materiales con la finalidad de dificultar su detección.
La investigación ha acreditado envíos de contenedores de pellet desde el continente americano hasta España, impregnado de sustancia estupefaciente –anfetamina o cocaína-. Una vez que llegaban a nuestro país lo dejaban “enfriar”, permaneciendo un mínimo de tres meses en el interior de una nave, hasta que lo trasladaban a otro lugar donde extraían la droga.
A mediados del pasado año se detectó la llegada de un cargamento sospechoso de pellet que, posteriormente, fue transportado y guardado en una nave ubicada en un polígono industrial de Reus. Tras varias gestiones policiales, los agentes acreditaron que la organización contaba con infraestructura en el municipio tarraconense. Allí disponía de dos naves industriales independientes en las que se llevaban a cabo funciones distintas. Mientras que la primera estaba destinada a la custodia y “enfriamiento” de la sustancia, la segunda era empleada para empaquetar, sellar y almacenar la droga una vez que había sido extraída del material en el que venía camuflada.
Los investigadores ejercieron -durante varios meses- un control permanente sobre la nave en la que se había almacenado el cargamento, si bien no se produjeron movimientos de interés ni intentos de traslado de la carga.
Fue a finales del pasado año cuando los agentes detectaron movimiento inusual en la nave industrial investigada. En este sentido, observaron la llegada de un individuo al lugar en la que se estaban custodiando los sacos de pellet y, unas horas después, la de un camión extranjero que aparcó en las inmediaciones. A primera hora del día siguiente, tres de los investigados comenzaron a cargar los sacos en el interior del remolque del camión, hecho que precipitó el dispositivo policial. Tras comprobar que el pellet reaccionó positivamente a la prueba de cocaína, se intervinieron 920 sacos de este producto -de 18 kilos cada uno- que sumaron un total de 16.560 kilogramos.
Asimismo, los agentes realizaron el registro de la otra nave propiedad de la organización, acreditando que iba a ser empleada para la preparación y almacenaje de la cocaína impregnada una vez fuera extraída. En ella localizaron más de cinco kilos de diferentes drogas de síntesis y maquinaria empleada en la producción de la sustancia estupefaciente (una prensa hidráulica, una prensa industrial, termoselladoras, envasadoras y secadoras).