Pese a no tener la tensión de unos comicios municipales, autonómicos o generales, el resultado de las elecciones europeas tiene un evidente valor simbólico para el Partido Popular, que vuelve a ser la fuerza más votada en la provincia de Málaga en una convocatoria al Parlamento Europeo tras cuatro victorias consecutivas del PSOE.
Los datos del escrutinio final confirman un crecimiento más que considerable de los populares, que rozan el 38,7% de los votos emitidos en el conjunto del territorio, con casi 202.400 papeletas. En términos comparativos, la formación presidida por Patricia Navarro aventaja en casi 10 puntos a la siguiente formación, el PSOE.
Para medir el salto que dan los populares malagueños en estas europeas, en las que el debate político se ha desarrollo en clave claramente nacional y en modo plebiscito contra las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, es que ha sido capaz de crecer 13,5 puntos respecto a la cosecha de 2019, cuando por última vez se eligieron los representantes al Parlamento Europeo.
En aquella ocasión el PP recibió el apoyo de 168.596 ciudadanos, el 25,23% del total de electores. Uno de los factores que ha podido pesar en favor de los intereses de los populares es la práctica desaparición de Ciudadanos, que de los 92.000 votos ha pasado a apenas 4.500. Es de suponer que una buena parte de los mismos han ido a parar a las sacas del PP.
El otro es que ha surtido efecto el plan de los populares de denunciar el agravio que, a su juicio, viene sufriendo la provincia en los últimos años por parte del Ejecutivo de la Nacional, con el tren de la Costa del Sol como fiel exponente.
Frente al crecimiento evidente de los populares, la caída del PSOE, que de una a otra cita de las europeas se ha dejado 7 puntos. De ser la fuerza más votada en 2019, con el 36,64%, con casi 245.000 apoyos, a obtener el 29,52% y 154.500 votos. Son más de 90.000 votos menos.
El resultado pone fin a cuatro victorias consecutivas en las europeas en la provincia. Y no sólo eso, sino que constata la pérdida de peso de los socialistas como formación de referencia para buena parte de la sociedad malagueña en las grandes citas electorales, como ha ocurrido en las últimas generales, en las municipales y las autonómicas andaluzas, en las que los socialistas se han visto superados por el PP.
Más allá de siglas partidistas, el análisis de los resultados globales evidencia una clara tendencia de la provincia hacia el ala de centro derecha y extrema derecha. Porque no sólo sube enteros el PP, sino que también lo hace Vox, que aparece como el tercer partido con más respaldo en las urnas, y emerge Se Acabó la Fiesta, liderada por Alvise, que llega a superar en la cuarta posición a SUMAR.
Vox logra el 11,37% de los votos en Málaga, subiendo 3,5 puntos respecto a 2019; Alvise, por su parte, obtiene el 7,43% de las papeletas, con un total de 38,918. SUMAR no alcanza siquiera el 5% de los votos, y Podemos se queda en el 2,79%.
Tomando como referencia estos datos, el espectro político de derechas suma casi el 58% de los votos en la provincia de Málaga, mientras que el ala izquierda, incluyendo en la misma al PSOE, a SUMAR y a Podemos, apenas representan el 37,2%.
De acuerdo con el desglose por municipios, el PSOE, pese a su evidente desplome, es el más votado en 53 localidades. Sin embargo, entre estas no se encuentran ninguna de las grandes plazas políticas de la provincia, que optan por un apoyo mayoritario al Partido Popular. En total son 48 las ciudades y pueblos que se decantan por los populares, incluyendo las grandes urbes como Málaga capital, Marbella y todo el cinturón de la costa. El bipartidismo solo es roto por SUMAR, que gana en dos localidades.