Aunque durante este largo intervalo de tiempo se han producido acercamientos entre las diferentes administraciones para abordar la trascendencia de esta infraestructura, la realidad es que ninguna de ellas ha sido capaz de allanar el camino a una operación mayúscula, que, en caso de ir adelante, obligará a asumir una inversión de varios miles de millones de euros. En buena medida porque, primero, la Junta de Andalucía y, después, el Gobierno central, se han visto incapaces de asumir el impulso definitivo de esta obra. 

Ahora, tras seis años de Pedro Sánchez en la Moncloa, en los que ha ignorado por completo las reclamaciones de la Costa del Sol en torno a esta iniciativa, se abre una puerta a la esperanza. Al menos en el plano teórico, porque dependerá muy mucho de lo que suceda el 17 de julio próximo para alimentar la idea de que es posible avanzar.

La intención inicial del Ministerio de Transportes pasa por sentarse a la mesa junto a la consejera de Fomento, Rocío Díaz; los alcaldes de Málaga y Marbella, Francisco de la Torre y Ángeles Muñoz, y representantes de la Diputación provincial. 

Un planteamiento que ya ha sido objeto de reparos por parte del Gobierno andaluz, que ha pedido que a todas estas instituciones se sumen los ayuntamientos afectados por el trazado ferroviario, desde Nerja, en la parte más oriental de la provincia, hasta Algeciras, en Cádiz.

Pero ¿qué se puede esperar de ese primer encuentro? "Por lo que se percibe, espero que sea el inicio de una colaboración leal, sobre todo si no hay elecciones por medio", comentaba a este periódico un experto, quien subraya la necesidad de crear una figura administrativa o personal que se encargue de dar unidad a todas las gestiones que son necesarias en esta actuación.

Otro reputado especialista en infraestructuras ensalzaba la "gran oportunidad" que supone este encuentro, hasta el punto de entender que "puede servir para poner a Málaga y a la Costa del Sol al mismo nivel que otras áreas ferroviarias de España".

Por ello, ha reclamado aprovecharla para plantear los temas "con cordura", tanto por parte del Ministerio de Transportes, como por parte del resto de administraciones. "Es necesario buscar soluciones posibles dentro del contexto actual de la economía", ha remarcado esta fuente. 

Parece evidente que, de existir un buen entendimiento entre las partes, de este primer cónclave político ha de surgir un escenario de trabajo técnico que perfile en detalle por dónde debe avanzar el corredor ferroviario de la Costa del Sol. 

¿Cómo una simple prolongación del Cercanías que ahora llega a Fuengirola? ¿O como una solución mixta que garantice un transporte rápido a las miles de personas que todos los días se mueven por esta área geográfica para ir a trabajar y estudiar, al tiempo que con capacidad para disponer conexiones directas en trenes de alta velocidad entre el aeropuerto y Marbella, por ejemplo?

Optimismo inicial

En el plano estrictamente político, los representantes que están llamados a acudir al encuentro, todos ellos del Partido Popular, hablan con optimismo de la reunión y confían en que sirva para sentar las bases. "Necesitamos tener diálogo constante y permanente con el Gobierno de España, con el Ministerio y así se lo he reclamado en varias ocasiones y creo que también se lo han reclamado no solamente la Junta de Andalucía, sino distintos alcaldes y alcaldesas de nuestra comunidad autónoma", aseguraba este miércoles la consejera de Fomento, Rocío Díaz, apuntando la necesidad de que ese primer encuentro, "por el bien de los ciudadanos y por el bien de la movilidad", tenga continuidad con nuevas reuniones para "hablar y tener una planificación rigurosa de qué es lo que vamos a hacer".

En una línea semejante se ha pronunciado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien aplaude el paso dado, recordando que fue una petición que se le hizo llegar al secretario de Estado, José Antonio Santano, el 2 de febrero, en el marco de un foro organizado en el Hotel Miramar sobre infraestructuras. 

De la Torre avanza la necesidad de abordar, entre otros aspectos, "si esta idea de un tren alternativo al que ya existe, no el mismo recorrido pero cercano al actual Málaga-Fuengirola, se plantea hasta Marbella con vocación de continuar más adelante hacia el oeste. Y veremos qué estudios quedan por hacer para tener la seguridad de que se pueda licitar". 

Para avanzar en ese punto, ha recordado, será necesario hacer un proyecto, desde la Administración pública o mediante colaboración pública-privada, sin descartar la iniciativa privada en solitario. "Será muy interesante barajar todas las posibilidades en esa reunión que se producirá el 17 de julio", ha añadido.

Igualmente optimista se mostró el presidente de la Diputación, Francisco Salado, quien ha asegurado que el objetivo es que de la reunión salga "una hoja de ruta para solucionar los problemas de movilidad" de esta parte de la provincia, remarcando la necesidad del tren litoral. No obstante, señaló que más allá de la cuestión ferroviaria es necesario abordar otros asuntos como el peaje de la autopista de la Costa del Sol.