En el Valle de Guadalhorce miles de hectáreas de cultivos se extienden a lo largo y ancho de toda la comarca. Son muchos los agricultores que tienen cítricos, hortícolas y tropicales, pero si hay un producto que destaca en esta zona de Málaga es el tomate huevo de toro que este año, pese a que su cosecha va a ser menor de lo esperado, han conseguido ganarle la batalla a la sequía y estiman una cosecha superior al millón de kilos.
Álora, Pizarra, Cártama, Coín, y Alhaurín el Grande son algunos de los municipios que en los que abunda este tipo de cultivo. El protagonismo de este tomate llega durante los meses de verano. El clima y la riqueza de los suelos, junto con los trabajos de sus agricultores hacen del Guadalhorce una de las mejores zonas para que este producto crezca.
La superficie cultivada del Guadalhorce es de 77.325 hectáreas lo que quiere decir que más del 53% del territorio tiene dedicación agrícola. Los regadíos se extienden sobre el conjunto de terrazas creadas por los sedimentos y aluviones depositados por el río, ocupando el 21% de las tierras labradas; y los secanos sobre las colinas y piedemontes, entre las pequeñas serretas interiores y las grandes líneas estructurales que enmarcan el valle.
En los cultivos de regadío hay una gran presencia de cítricos, pero también existe una gran variedad de cultivos. Entre ellos destacan los hortícolas y dentro de estos el tomate en todas sus variedades.
Al hablar del tomate huevo de toro, cabe señalar que se caracteriza por su gran tamaño y su forma acorazonada o achatada. Su peso oscila entre los 300 y 600 gramos la unidad, aunque hay tomates que pueden superar el kilo. Su color rojo se debe a su alto contenido en licopeno y presenta pequeñas estrías en la parte superior que marcan los hombros del tomate y dejan el pedúnculo inmerso.
Este tomate es multilobular, tiene pocas semillas y un corazón muy carnoso no leñoso, lo que le otorga en boca una textura cremosa y suave. Su piel es muy fina y delicada, lo hace muy sensible a los golpes, por lo que requiere una manipulación cuidadosa durante su recolección, envasado y comercialización.
Campaña marcada por la sequía
En este sentido, Sebastián Hevilla, gerente del Grupo de Desarrollo Rural Valle del Guadalhorce, asegura a EL ESPAÑOL de Málaga que esta campaña va a estar marcada por la falta de agua, ya que este tipo de cultivo necesita agua a diario.
La mayoría de los cultivos del Valle del Guadalhorce riegan con el agua de los tres pantanos de la zona -Guadalhorce, Guadalteba, Conde del Guadalhorce-, pero al tener autorizados solo dos riegos, no tienen suficientes recursos. Asimismo, sostiene que “hay agricultores que no han cultivado este año y los que lo han hecho es porque tienen un segundo recurso hídrico”.
En cuanto a la calidad del agua, explica que influye en el producto porque cuanto más salobre sea el recurso más esfuerzos debe hacer la planta para seguir creciendo.
Al observar las plantaciones de este año, Hevilla apunta que los agricultores estiman que podrían llegar a recoger 1.200 kilos de tomates. Lo que supone entre un 25% y un 30% menos que en la campaña de 2023.
Pese a esta reducción, el gerente del GDR del Guadalhorce es optimista porque esta situación es puntual y puede cambiar el año que viene si finalmente llegan las lluvias. “Hay que seguir manteniendo la historia, ir a más para que el tomate tenga más reconocimiento”, señala.
Al hablar de la planta de huevo de toro se observa que tiene un porte alto y crecimiento indeterminado, que necesita mucha mano de obra para su manejo en campo, porque requiere labores de poda, destallado y entutorado, cuando la planta va creciendo. Además, es una planta muy sensible al ataque de las plagas porque al ser el fruto muy tierno y tener una piel fina y delicada, los insectos lo encuentran mucho más atractivo y fácil de atacar.
Desde su plantación hasta la entrada en producción pueden pasar más de 100 días, por lo que la planta requiere un tiempo en campo para ir creciendo y floreciendo. Cierto es que se trata de una variedad de baja productividad en relación con otras variedades híbridas más modernas, ya que una híbrida puede producir en torno a 14-15 kilogramos de tomate por planta, mientras que el huevo de toro tiene una producción ronda los seis y siete kilogramos por planta.