La sequía ha vuelto a hacer de las suyas y por segundo año consecutivo no se realice en la Laguna de Fuente de Piedra el anillamiento de flamencos que se lleva a cabo cada verano. Esta situación se debe a que los miles de flamencos que acuden a este humedal en cada ejercicio para reproducirse no hayan podido hacerlo por la falta de agua. 

La falta de precipitaciones son las que han provocado esta situación. Los flamencos suelen llegar a este humedal en abril, después de las lluvias de la primavera para asentarse, reproducirse, alimentarse y criar a sus pollos, pero este año no ha sido posible. 

La directora de la reserva, África Lupión. Asimismo, explica que este año, tras las lluvias de Semana Santa algunos flamencos decidieron tener a sus crías y se asentaron en el humedal. “A finales de marzo la laguna alcanzó los 30 centímetros, pero al no llover después, el agua digamos que era la justita para que la reproducción fuera viable”, sostiene. 

Este año han nacido unos 40 pollos, los cuales no han sobrevivido, ya que “la mortalidad de los pollos jóvenes siempre es muy elevada y más cuando hay tan pocos”. Por lo que, ahora no hay pollos en la laguna y adultos tan solo quedan unos 200 ejemplares, pese a que está la laguna seca. 

En este sentido, Lupión explica que el último año que se llevó a cabo el anillamiento, que fue en 2022, contabilizaron algo más de 3.700 pollos. Eso sí, sostiene que la media de los últimos 40 años de seguimiento es de 7.400 pollos al año, pero ha habido ejercicios, como el de 2013, en el que hubo 20.000 pollos. 

Asimismo, remarca que el hecho de que no haya anillamiento no quiere decir que haya un fracaso en la cría. “El anillamiento es para nosotros, para conocerlos. Eso no les ayuda a sobrevivir, sino que el estar enterados nos ayuda a nosotros a conocer en qué humedales se mueven y hacia donde se desplazan”, explica. 

Actualmente quedan alrededor de 200 flamencos y Lupión añade que en el hecho de que tan solo queden estos ejemplares se debe también a que los humedales de alrededor estén igual de secos que la Laguna de Fuente de Piedra, ya que no pueden alimentarse. 

“Los flamencos cuando están criando aquí se desplazan entre 200 y 400 kilómetros diariamente para alimentarse y luego cebar a los pollos”, según la experta. Por lo que, estas aves al ver que en los humedales de los alrededores no son viables comer y criar a sus pollos, abandonan el nido, el huevo y no hay manera de mantener la incubación.

En este punto, Lupión insiste en que “ya no influye solamente cuánta agua hay en esta laguna, porque a veces se ha llegado a secar prácticamente y la colonia ha salido adelante”. 

Eso sí, pese a que este año no se va a poder realizar el anillamiento, la esperanza nunca se pierde y en la reserva de la Laguna de Fuente de Piedra esperan que la próxima primavera sea lluviosa y cambie el escenario por completo.

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