38 kilómetros de longitud con un solo carril por sentido. Es la A-355 Coín-Marbella, la carretera que une el interior de Málaga con la Costa del Sol, una vía que se inauguró con una previsión de 7.000 vehículos al día y ya casi alcanza los 20.000. Con más de 30 accidentes graves de tráfico y casi 20 fallecidos, se ha convertido en una carretera maldita, especialmente en 2023, con diez muertos. Sus usuarios llevan años clamando por medidas de seguridad efectivas: la última de ellas es la instalación de un radar, una reivindicación histórica, pero no la única.

En esta vía se han producido numerosos accidentes mortales debido a la colisión frontal de coches en la maniobra de adelantamiento. Las diez personas fallecidas en esta carretera en 2023 han supuesto el punto de inflexión para nuevas mejoras de seguridad.

No ha sido hasta principios de este 2024, casi diez años después de su inauguración, cuando la Junta (titular de la carretera) ha impulsado medidas más contundentes. 

El pasado mes de enero se instaló una llamativa línea roja en el tramo más conflictivo -la primera en toda Andalucía- donde antes estaba la línea doble continua.

Esta semana, el Gobierno andaluz ha autorizado la petición de la Dirección General de Tráfico (DGT) para instalar un radar de tramo a lo largo de los cuatro kilómetros con más siniestralidad de esta carretera.

El radar incluirá dos cinemómetros en los puntos kilométricos 0,950 (margen derecha) y 4,400 (margen izquierda). Irán acompañados de los correspondientes carteles de preaviso en los puntos kilométricos 0,550 y 5,105.

Ahora, el siguiente paso que demandan los vecinos es el desdoblamiento de la carretera entre Casapalma y Coín, un proyecto que debe estudiar y desarrollar la Junta, titular de la misma.

La delegación del Gobierno andaluz en Málaga ya ha manifestado en varias ocasiones que en la mesa está la posibilidad de realizar un estudio para la ampliación de calzada y la construcción de una mediana como medidas disuasorias a medio y largo plazo, "que requieren un análisis técnico previo".

"Cualquier medida que ayude a reducir la siniestralidad en esa carretera es bienvenida. Al final es la vida de todos lo que está en juego", afirma Cristina al enterarse de la instalación de un radar de tramo. Es una de las vecinas de Coín que recorre a diario esta carretera para acudir a su puesto de trabajo en Marbella.

Asimismo, añade que el siguiente paso es conseguir más carriles por sentido. "Sería deseable que se impulsaran proyectos de mayor calado, como el desdoblamiento de la carretera".

Reuniones

Las medidas tomadas en los últimos meses como la llamativa línea roja, sumado a una mayor concienciación por los accidentes ocurridos, parecen haber reducido la siniestralidad de la carretera: en 2024 no se ha registrado ninguna muerte en la misma. 

Desde que comenzaron a incrementarse los accidentes en la A-355, se han llevado a cabo diferentes reuniones entre Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Coín y DGT. 

Según detallan desde el Consistorio, los encuentros comenzaron en 2021, cuando el alcalde Francisco Santos comenzó a pedir más seguridad para la vía. 

Ya en enero de este año, el regidor mantuvo una reunión con representantes de la DGT para solicitar oficialmente la instalación del radar, según explican.

Desde el Ayuntamiento inciden en que el siguiente paso es el desdoblamiento de la carretera, y reconocen que la línea roja ha supuesto una “mejoría” al no registrarse accidentes mortales. 

La Junta ha añadido que en los últimos años se han ejecutado actuaciones como la construcción de cuatro kilómetros de barreras de contención (quitamiedos) y se han elevado las alturas de las existentes.

Asimismo, se ha cambiado el petril de un viaducto dañado por accidente; se ha renovado y reforzado la señalética y se han colocado nuevos discos y bandas fresadas (generan sonido al pisarlas el neumático).

Accidentes en 2023

Según los datos de la DGT en la provincia de Málaga en 2023, el número final de fallecidos fue de 38 (26 hombres y 12 mujeres), fruto de 30 accidentes. El mayor número de fallecidos fue producto de siniestros ocurridos en carreteras convencionales, con 27, lejos de los 8 muertos en autovías y los 3 registrados en autopistas de peaje. La edad media de los fallecidos era de 46 años, franja que baja a los 42 en el caso de los hospitalizados.

En el 57% de los casos, los accidentes con muertos tienen las distracciones en la conducción como causa habitual, seguida de la velocidad inadecuada y la presencia del alcohol u otras sustancias (con un 13,3%, respectivamente).

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