Leopoldo Mérida, Leo como le conocen los amigos, es malagueño por los cuatro costados. Nacido en el Hospital Carlos Haya hace 46 años, es del barrio de Pinares de Olletas, estudió EGB en La Reina, luego pasó al instituto Cánovas del Castillo e hizo Empresariales en el campus de El Ejido.
Es un apasionado de la publicidad y la música y ha conseguido aunar sus dos mayores aficiones al crear su propia agencia, Doctor Watson, y coorganizar Brisa Festival, uno de los festivales más populares de la provincia que acaba de traer, con gran éxito, a artistas de la talla de Mikel Izal, Lori Meyers, El Kanka o Dorian, entre muchos otros. Algo más relajado tras finalizar el pasado fin de semana el festival, nos recibe en la terraza del bar Vualá en la plaza de las Flores.
Usted estudió Empresariales y empezó trabajando como consultor en Auren Elisardo Sánchez.
Sí, estuve tres años. La experiencia fue muy buena y me siento muy afortunado por haber trabajado en esta consultora. Estuve viajando por Andalucía y conocí muchísimos pueblos donde colaboramos con multitud de Ayuntamientos y Asociaciones empresariales en el desarrollo de Centros Comerciales Abiertos. Tras esta experiencia fundamos con mi socio Marcos Mulero, Doctor Watson, que sigue siendo hoy nuestro principal negocio.
¿Por qué dio ese salto a la comunicación y el marketing?
He sido siempre un enamorado de la publicidad y la he estudiado por mi cuenta. Estudié Empresariales pero me siento publicista y así fue como en 2008 nos lanzamos Marcos y yo a la aventura de montar nuestra propia agencia.
¿Por qué el nombre de Doctor Watson?
El Doctor Watson era el perfecto compañero de viaje de Sherlock Holmes, su contrapunto y el que le ayudaba a resolver los casos. Para nosotros esos casos eran los problemas de los clientes y Doctor Watson era quien les ayudaba a resolverlos.
¿Cuándo empezaron con la agencia?
En 2008.
En el inicio de la crisis entonces, no sería fácil.
Yo creo que teníamos tanta ilusión que ni lo pensamos, nuestros clientes no tenían nada que ver con el sector de la construcción por lo que la verdad que al ser una micropyme la crisis no nos afectó mucho. Teníamos clientes institucionales, del sector Agro y comercio, teníamos lo suficiente para sobrevivir, no necesitábamos mucho.
¿Cuál ha sido su principal proyecto?
Uno de nuestros principales clientes y al que le debemos muchísimo es Cervezas Victoria. Trabajamos con Victoria a diario en cantidad de proyectos, nos han demostrado que somos importantes para ellos y nos sentimos muy felices de sentirnos parte de la marca, nos tratan como si fuéramos parte del equipo y puedo decir que hemos hecho amigos a nuestros clientes. Les ayudamos en muchos proyectos, en su Fábrica, con el Festival de Cine, con el Carnaval, con la selección española de Futbol, en definitiva, en todo aquello que nos pidan intentamos dar lo mejor de tod@s nosotr@s, Victoria es muy importante para Doctor Watson y por supuesto para Brisa.
Vamos a hablar de otro de sus grandes proyectos, en este caso no directamente ligado a su agencia: la creación de Brisa Festival. ¿Cómo se embarcó en esta historia?
Lo de Brisa ha sido una bonita casualidad. Me gusta muchísimo la música, siempre estoy escuchando música y descubriendo nuevos artistas. En 2017 conocí a un chico que se llamaba Gonzalo, que por desgracia ya no está con nosotros, y me presentó a Agustín, uno de nuestros socios, que organiza un festival en Extremadura que se llama Contempopranea. Pensamos en hacer un gran festival en Málaga y nos juntamos con otro amigo, Mario García.
Al final, Marco, Mario, Agustín y yo pensamos en un gran Festival que trajera grandes bandas internacionales al dique de Levante. Con la pandemia tuvimos que cancelar todo, rehicimos la estructura del festival y en 2021 volvimos a la carga con los formatos que hemos hecho, con ciclos en distintos puntos de la ciudad. Para nosotros es muy importante que los espacios sean muy malagueños, donde, digamos, el ciudadano, el visitante o quien vaya al festival sienta que está viviendo la experiencia Málaga al mismo tiempo que la música.
La última edición fue este pasado fin de semana. ¿Está satisfecho con el resultado?
Estamos contentos por todo. El montaje, el desmontaje y el desarrollo del festival. Teníamos un poco de respeto al formato y al recinto porque es la primera vez que se hacía un festival de música de tres días en el dique de Levante. Pero la verdad es que el recinto ha funcionado muy, muy bien y ha absorbido al público que hemos tenido estos días, unas 8.000 personas diarias, sin ningún tipo de problema.
Nos ha sorprendido gratamente el nivel acústico del espacio, que ha permitido que apenas se escuchara el sonido en La Malagueta. No ha habido apenas críticas de los vecinos, que era una de las cosas que más nos preocupaba. No ha habido peleas, hemos estado muy pendientes para que funcionara bien el servicio de limpieza, el desmontaje ha sido rápido y las actuaciones musicales han sido espectaculares. En definitiva, muy contentos.
Entiendo que son muchas horas de trabajo y quebraderos de cabeza organizar un festival de este tipo.
Miles de horas de trabajo entre todo el equipo. Para hacer una cosa así que salga bien hay que dejarse la vida porque son muchos detalles. Es un festival que dura tres días en el recinto pero antes hemos estado haciendo conciertos por todos los barrios de Málaga y a esto le sumamos dos días de jornadas profesionales…
Es muchísimo trabajo y además de todo esto luego hay que ver qué pasa con el clima, te puede fallar un artista… Por ejemplo, Mikel Izal se lesionó la rodilla tres semanas antes del concierto y teníamos miedo porque él lo estaba pasando mal y porque no sabíamos si iba a poder actuar, siendo cabeza de cartel el primer día del festival. Al final pudo dar un conciertazo y nosotros súper felices. Un festival es un proyecto con un riesgo altísimo, como empresarios debemos tener una fuerte capacidad para asumir riesgos, el éxito o el fracaso del Festival te lo juegas en un fin de semana.
La satisfacción por el trabajo bien hecho es grande y, además, tiene un carácter solidario. ¿Cómo surgió esa colaboración con Cruz Roja?
Eso ha sido una de las cosas bonitas que hemos sacado de la pandemia por verlo de una manera optimista. En 2021 analizamos la situación de la música en la ciudad y vimos que los músicos lo estaban pasando muy mal. Cruz Roja estaba haciendo un trabajo increíble y dando de comer a mucha gente que no tenía trabajo. Nosotros reorganizamos el festival para darle trabajo a los músicos malagueños y eso fue en parte gracias a Cruz Roja. A partir de ahí se ha creado un vínculo y una relación con ellos que ha sido increíble y trabajamos muy cómodos con ellos. Parte de los beneficios del festival van destinados a las causas sociales que Cruz Roja desarrolla en Málaga.
En esta pasada edición, por ejemplo, llevamos a El Kanka al colegio María de la O de los Asperones. Esto se va a convertir en otra tradición del festival, que los artistas malagueños vayan a espacios donde normalmente no llegaría la música o este tipo de conciertos. Se habla mucho de las empresas con causa social y en nuestro caso esto ha salido de modo natural. Queremos ayudar a los malagueños más desfavorecidos, de una manera constante y a través de una entidad con una reputación intachable como Cruz Roja.
Acaba de terminar el festival pero ¿qué plan tiene para el próximo año?
A nivel de cartel no te puedo adelantar nada todavía, pero a nivel de organización lo ideal sería seguir donde estamos. No queremos ampliar el aforo, sino mantener la experiencia. A nivel de concepto será muy similar. Intentaremos mejorar algunos fallitos que nos ha comentado algún usuario. Pero cuando la gente te dice que está ya deseando sacar la entrada para el año que viene es la mayor garantía para un festival. Por desgracia, el día a día de los festivales suele ser recibir muchas críticas en las redes sociales pero en nuestro caso no ha sido así. Estamos felices por todos los comentarios que nos llegan del público que ha venido este año al Festival.
Hay muchísima competencia de festivales en Málaga y en otros puntos de España. ¿A qué se debe este renacer?
Hay muchísimos y cada uno debe tener su identidad. Yo voy prácticamente a todos los festivales que hay en Málaga y me gusta que haya mucha oferta, creo que si hay oferta y funciona es que hay mercado. El sábado estábamos llenos y en el Auditorio estaba Robe también con todo vendido. Creo que hay hueco para todo lo que se está haciendo, creo que lo importante es que los promotores hablemos y nos respetemos en formatos y objetivos, por nuestra parte no va a quedar, ya estamos colaborando con algún promotor con quien incluso hemos sacado un abono conjunto para los dos Festivales, como es el caso del Abono doble para el Brisa+Bella.
¿Le viene bien a los festivales sumarse a la marca Málaga?
La marca Málaga, sin duda, ayuda a cualquier empresa que se alíe con ella. Nosotros lo hemos hecho porque somos malagueños y estamos apoyando al talento local. Lo genial de un festival no es solo ir a ver a un artista e irte sino descubrir otros, tomarte una cerveza, tener una experiencia musical con tu hijo o tu hija, probar la zona gastronómica, charlar un rato con tus amigos, bailar…
"No me cabe la menor duda que en los próximos 10 años Málaga se convertirá en la tercera o cuarta ciudad de España en creación de empresas y desarrollos creativos"
A escala general, ¿en qué situación ve a la provincia de Málaga?
Creo que se está haciendo un trabajo increíble desde las asociaciones empresariales o las instituciones. Se está avanzando en que haya trabajo, que al final es lo que necesitamos. Veo que la provincia está creciendo a un nivel muy rápido a nivel turístico, empresarial, tecnológico y nosotros ponemos nuestro granito de arena en la parte cultural. Es muy importante que una ciudad con un nivel tecnológico como el que está desarrollando Málaga también tenga un nivel cultural muy potente. Hay que tener una escena cultural rica y eso pasa porque haya artistas. Tener un producto turístico-cultural es bueno para la ciudad.
¿Le preocupa el problema de la vivienda?
Claro. Soy malagueño y quiero que el malagueño viva en Málaga. Estoy seguro de que desde las instituciones se van a hacer esfuerzos para que eso sea así. No me cabe la menor duda. Es un problema generalizado del mundo en el que vivimos y estoy seguro de que se tomarán medidas para que haya viviendas para todos los malagueños. Lo que pasa es que este problema no se soluciona de un día para otro. Hay que desarrollar una planta de vivienda y eso se hace a lo largo de una serie de años.
¿Cómo le gustaría que estuviera Málaga dentro de 5 o 10 años?
No me cabe la menor duda que en los próximos 10 años Málaga se convertirá en la tercera o cuarta ciudad de España en creación de empresas y desarrollos creativos. Creo que tenemos una ciudad increíble donde existe un talento espectacular. Entre todos debemos de trabajar para que este talento tenga las plataformas de desarrollo adecuadas.
A nivel personal me gustaría que nuestra empresa sirva a los artistas malagueños para dar el salto a nivel nacional y que tengamos una industria musical en Málaga, no solamente de festivales, sino real, estudios de grabación, sellos discográficos, productores. Que Málaga pudiera ser un referente en la industria musical nacional como lo pueden ser ahora Murcia, Madrid o Barcelona. Nosotros estamos aportando nuestro granito de arena para ayudar al tejido musical malagueño y espero que podamos seguir haciéndolo con nuevos proyectos.