El avispón oriental está cada vez más presente en Málaga. Ya no son solo uno o dos barrios los que observan a estos insectos por sus calles porque han llegado hasta las colmenas de diferentes apicultores de la provincia. Eso sí, su presencia, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga, es mayor en los municipios de la costa aunque en los del interior cada día se ven más.
La lucha contra el avispón oriental, también conocida como vespa orientalis, está resultando “insuficiente”, según COAG Andalucía, para evitar que acaben con las abejas y con los colmenares de la región. Pese a todas las medidas que están tomando los apicultores para combatir esta invasión, se ha detectado que este verano se está produciendo una fuerte expansión en Andalucía de este insecto tan dañino para nuestro ecosistema.
De todas las provincias, estos insectos se han decantado por la provincia de Málaga, donde el crecimiento de esta especie es directamente proporcional a la falta de medidas por parte de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la provincia, según COAG.
En este sentido, Fernando de Miguel, presidente de la Asociación de Apicultores de Málaga, asegura a este periódico que “hay apicultores a los que les parece que hay más avispas que abejas en sus colmenas”.
“Dan mucho la lata y atacan y merman la población de las abejas. Estamos en contacto con la Junta y la Administración de Agricultura y Medio Ambiente, pero no conseguimos nada de momento”, explica.
Cabe señalar que de momento no pueden poner trampas porque “en principio está prohibido trampear con los animales”. Por tanto, deben esperar a que se declare esta especie como invasora, seguir un protocolo, pero “ahí andamos, dando vueltas y vueltas, donde en un lado estamos los agricultores y ganaderos y en el otro los funcionarios”.
En este punto, el responsable del sector apícola de COAG Andalucía, Antonio Vázquez, sostiene que mantuvieron una reunión con la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la provincia a finales de enero en las que se informó del ritmo de expansión de este avispón y de la gravedad de la situación.
Asimismo, indican que tienen solicitada otra reunión para hacer ver que "vamos muy tarde y que se deben acometer soluciones a este problema medioambiental, pues este avispón es un depredador para variedad de insectos además de las abejas”.
De igual forma, remarca que “en estos momentos Málaga sufre una fuerte expansión de la vespa orientalis, especialmente en la costa, y los valles del Genal y del Guadalhorce, lo que supone un importante perjuicio para los apicultores malagueños y para Andalucía en general, porque esta especie invasora crece sin control allá donde se le deje la puerta abierta”.
Expansión desde Cádiz hasta Jaén
Desde que se viera por primera vez en la provincia de Cádiz, se ha observado un incremento de avistamientos en el sur peninsular. Especialmente, se está expandiendo a gran velocidad por las provincias de Málaga y Sevilla. Además, ya se han encontrado ejemplares en las provincias de Huelva, Córdoba y Jaén.
La ubicación de sus nidos (cerca de los núcleos urbanos y a ras de suelo) hace más problemática a esta avispa para toda la sociedad. Al tocar los nidos se pueden producir ataques múltiples, con riesgo de desenlaces fatales. Su picadura es muy dolorosa y puede causar cuadros alérgicos.
Esta especie invasora ataca a las colmenas de abejas, matándolas y haciendo que disminuya la producción de miel. En los últimos años, su extensión poblacional está suponiendo un verdadero problema para la apicultura, pero también para el avispón autóctono, que tiene que competir por el hábitat y la alimentación.