Sufrir alguna amenaza o ser agredido físicamente en su centro sanitario de trabajo es algo que viven los médicos de Málaga con más frecuencia de la que les gustaría. Los sanitarios llevan alertando mucho tiempo de que el sector está sufriendo un incremento de la violencia en las consultas médicas.
De enero a junio de 2024, la Junta de Andalucía contabilizaron en Málaga un total de 175 agresiones a sanitarios, tanto físicas como no físicas. Estos datos hacen que Málaga sea la segunda provincia andaluza en la que más médicos han sufrido una agresión en los primeros seis meses de este año.
Tan solo está por detrás de Sevilla, donde se registraron 219 agresiones. De esta manera, en Cádiz ha habido 165; en Córdoba 98; en Granada 92; en Jaén 73; en Almería 71 y en Huelva 31. Esto hace que se hayan contabilizado un total de 924 agresiones a sanitarios frente a las 862 del mismo periodo del año anterior, lo que equivale a un aumento de algo más del 7%.
Las agresiones no han parado y la última conocida en Málaga ocurrió a principios de septiembre en el centro de salud de Alhaurín de la Torre justo después del tiroteo ocurrido en el municipio en el que un hombre resultó herido. El acompañante del mismo entró en el ambulatorio y amenazó de muerte con un arma blanca al facultativo.
Según datos del Sindicato Médico de Málaga, con esta última agresión, tan solo en el Distrito Málaga-Valle de Guadalhorce, se han registrado 22 agresiones contra sanitarios desde enero hasta ahora.
En este sentido, cabe recordar que el SMM se concentró tras lo sucedido en Alhaurín de la Torre, donde Salvador Guardia, delegado de sindicato en el Valle del Guadalhorce, aseguró que entre las medidas de protección que exigen para evitar estos sucesos es “un vigilante de seguridad en todos los centros de salud especialmente donde hay urgencias y este caso es uno de los que se podría haber evitado si hubiese habido un vigilante”.