Aunque haya pasado gran parte de su vida pública y haya fallecido en la Costa del Sol, Julián Muñoz, exalcalde de Marbella nació un 24 de noviembre de 1947 en un pequeño y desconocido pueblo de la Sierra de Gredos llamado El Arenal.

El Arenal pertenece a la provincia de Ávila y se encuentra en el corazón del Parque Regional de la Sierra de Gredos. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2023 no superaba los 1.000 habitantes. Tenía, en concreto, 964. Entre los monumentos más conocidos del municipio, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XV, así como las ermitas de la Virgen de las Angustias, la Virgen de los Remedios y el Santísimo Cristo de la Expiración.

Además, el pueblo cuenta con ocho preciosas fuentes de manantiales naturales y un monumento dedicado a los mayores, ejecutado por José María Casanova, situado en la plaza de España, junto al Ayuntamiento de El Arenal.

El Monumento a los Mayores.

Naturaleza

Su entorno natural, marcado por la riqueza de su flora y fauna, lo convierte en un enclave privilegiado para los amantes de la naturaleza. Los ríos Arenal y Zarzoso bañan el paisaje, formando charcos naturales y fuentes que ofrecen un refrescante respiro durante los días más calurosos. Su accidentada orografía lo hace ideal para el turismo activo.

Este municipio, de origen pastoril que data de la época de la Reconquista, obtuvo su autonomía en 1732. Desde 1996, El Arenal forma parte del Parque Regional de la Sierra de Gredos. Ubicado entre los valles de los ríos Zarzoso y Arenal, el pueblo está rodeado de frondosos pinares y árboles frutales, donde pequeños arroyos y gargantas de aguas cristalinas surcan las laderas. Las altitudes varían desde los 650 metros en su punto más bajo hasta los 2.200 metros en las cumbres de la sierra, como Peñita Arenas y La Cabrilla. El clima es fresco, con marcados contrastes entre invierno y verano, y lluvias abundantes en otoño y primavera.

Tradición

El Arenal, así, conserva la esencia de su pasado en sus calles estrechas y empinadas, llenas de rincones típicos y arquitectura popular. Pasear por sus barrios en primavera, cuando los cerezos están en flor, o en otoño entre los castañares, es una experiencia inolvidable. Además, el visitante puede disfrutar de las famosas cerezas y castañas de la zona.

Los barrios como La Corrala y Los Balcones destacan por sus construcciones tradicionales, con casas de piedra, adobe y madera, pequeñas ventanas y grandes chimeneas. A lo largo del pueblo, numerosas fuentes, como las de Las Machorras, de la Plaza o del Llano, acompañan al visitante en su recorrido.

La vida pastoril de antaño aún se refleja en las construcciones que se alzan en las montañas circundantes, como los chozos y corrales, entre los que destacan el Cuevo de los “Tesillos” y el de “Tío Cristos”. Los productos locales, como las célebres cerezas, castañas, alubias blancas y cebollas rojas, son parte del patrimonio agrícola del pueblo. Respecto a la gastronomía, el queso de cabra es el manjar local.