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España se encuentra entre los 10 países con mayor longevidad del mundo con una esperanza de vida que ya alcanza una media de 83 años. Esto quiere decir que la población está cada vez más envejecida con una tendencia al alza. Por tanto, la sociedad española se enfrenta a unos retos que necesitan respuesta para dotar de calidad de vida todas las etapas.

Con este objetivo por bandera, Ashoka España ha elaborado un informe titulado Vivir Más y Mejor en el que ha puesto el foco en lograr que España siga un modelo sostenible y eficaz para todos. 

El proyecto, que se ha presentado en el Centro de Innovación Social La Noria de Málaga, recoge en un mapeo colaborativo las aportaciones de 119 organizaciones españolas y 14 personas expertas que desde hace años trabajan sobre la nueva longevidad en el país.

Mesas de trabajo en la presentación del informe de Fundación Ashoka.

Cabe destacar que todas las organizaciones que han participado en esta iniciativa abordar desde la lucha contra la discriminación por la edad hasta la creación de espacios donde personas de distintas generaciones pueden colaborar y aprender unas de otras.

Así, la Fundación ha realizado un análisis del estado actual de la longevidad, destacando las innovaciones y marcando la hoja de ruta que debemos seguir para asegurar que todas las personas puedan envejecer con calidad de vida, promoviendo la contribución y transformación social de sus comunidades. 

Resultados de 'Vivir Más y Mejor'

El ecosistema de longevidad en España ha mostrado un gran desarrollo y una creciente visibilidad a nivel internacional. En estos momentos, el 40% de las organizaciones que han participado en el mapeo indican que también operan en al menos otro país, con una destacada presencia en Iberoamérica (35%). 

Asimismo, el 64% de las organizaciones llevan más de cinco años operando en el sector, lo que refleja su compromiso y experiencia en este campo. Estos datos posicionan a España como un potencial referente en longevidad, capaz de colaborar y crear impacto social más allá de sus fronteras. 

En cambio, pese a estos avances, el ecosistema de longevidad en España enfrenta importantes desafíos que limitan su evolución y efectividad. En este mismo informe se han identificado varias dimensiones de fragmentación —etaria, política y territorial— que generan una falta de cohesión y dificultan el desarrollo de un enfoque verdaderamente holístico e intergeneracional, impidiendo así una visión completa e inclusiva. 

De igual forma, el 64% de las iniciativas asegura que existe una coordinación insuficiente, lo cual reduce su efectividad e impacto. La falta de recursos financieros estables también limita la sostenibilidad de muchas de estas iniciativas a largo plazo.

En este sentido, Casilda Heraso, directora de búsqueda y selección de emprendedores y emprendedoras sociales y responsable del programa Nueva Longevidad en España, ha asegurado que “la demografía ha cambiado mucho, pero tanto el sistema como nuestra propia mentalidad estaban concebidos para una esperanza de vida de unos 70 años".

Por ello considera que en estos momentos la sociedad debe "romper ese modelo de tres etapas, estudio, trabajo y jubilación, para convertirlo en algo distinto, más dinámico y sostenible”. 

Además, ha remarcado que "si queremos vivir 100 años de calidad tenemos que resetearnos y rehacernos enteros, porque es un tema que afecta a todo, a la empresa, a la educación, a la salud, a los cuidados y al bienestar que les espera en unos años a los que ahora son jóvenes". 

Jornada en La Noria

En esta misma jornada de presentación, también se han llevado a cabo cinco mesas de trabajo con el objetivo de generar y difundir conocimientos para convertir la longevidad en un motor de innovación social. En ellas han participado casi un centenar de personas. Organizaciones malagueñas como En Bici Sin Edad, Casa Abu, Asociación EntreNotas, Seniorgen y Málaga Silver Economy Hub, entre otras. 

Los retos abordados han sido las nuevas narrativas sobre la longevidad; acciones  con enfoque intergeneracional que impliquen a jóvenes y mayores; entornos inclusivos y accesibles, sin barreras físicas y con espacio para el contacto humano; aprendizaje y salud para todas las edades; y redefinición del trabajo, voluntariado y tiempo libre.