La Audiencia de Málaga ha condenado a 20 años de prisión a un hombre por abusar de tres sobrinas, de 11, 14 y 5 años, y también de otra familiar de 8 años, cuando jugaba con ellas en las temporadas estivales, sobre todo en la piscina de una vivienda.
Según se declara probado en la sentencia, los hechos sucedían en los veranos de 2010, 2011 y 2012, cuando el acusado, "con la intención de menoscabar la libertad e integridad sexual de las menores llevó a cabo distintas conductas delictivas".
En la resolución se precisa que a una de las sobrinas, de unos 11 años, le realizaba tocamientos estando dentro de la piscina, "a modo de juego", haciéndolo en varias ocasiones.
En el caso de otra sobrina, hermana mayor de la anterior, con unos 14 años, los abusos eran en el dormitorio que el acusado tenía en la casa de su madre, con la excusa de mostrarle una colección de mecheros; unos episodios que "se repitieron muchas veces", dice la Sala de Málaga.
Asimismo, a la prima de su sobrina, que tenía en ese momento 8 años, cuando acudía a reuniones familiares en casa de su tía, también en la piscina, le realizaba tocamientos. Y a una sobrina de 5 años, "la sentaba sobre sus piernas" para realizar ese tipo de hechos y también una vez en la piscina.
El acusado negó los hechos, manifestando que "simplemente jugaba con ellas, tirándolas a la piscina", y declaró que no recordaba ninguno de los episodios por los que fue interrogado. Frente a esto, están las declaraciones de las menores, que "han mantenido su relato desde el principio".
La denuncia se produjo diez años después
El Tribunal señala aunque pasaron diez años hasta que las menores interpusieron la denuncia, "todas recuerdan lo ocurrido, sin que en el momento en que tuvieron lugar los hechos fueran muy conscientes del significado de tales hechos".
"Pese a los años transcurridos, las menores han relatado los diferentes episodios, y pese a que algunas de ellas les ha supuesto un verdadero esfuerzo rememorar, volver a contar lo que les ocurrió cuando eran niñas, no han exagerado ni dramatizado la situación", señala la Sala.
Por estos hechos, se condena al hombre por cuatro delitos continuados de abusos sexuales a una menor de 13 años, imponiéndole la pena de cinco años de prisión por cada uno de ellos y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros y comunicarse con las menores por cualquier medio por un periodo de seis años.
Además, se le impone la medida de libertad vigilada durante seis años, para su cumplimiento después de la ejecución de las penas privativas de libertad. Asimismo, el procesado deberá indemnizar a las menores en la cantidad de 3.000 euros a cada una de ellas, en concepto de responsabilidad civil, por el daño moral causado.