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Castaños de Málaga.
Las castañas de Málaga, en estado crítico tras varias malas campañas: pierden 600 toneladas en dos años
La avispilla, enfermedades como la tina, la falta de agua o las altas temperaturas hacen peligrar la supervivencia de este cultivo.
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Cuando las hojas de los árboles dejan atrás ese verde tan característico de la primavera y el verano y pasan a ser marrones y a caerse de los árboles es señal de que comienza el otoño y con él llegan las castañas. Las calles de Málaga comienzan a oler diferente y los puestos vuelven a estar disponibles.
La costumbre de comer castañas sigue vigente en muchos hogares. Lo que pocos saben es que la producción de castaña lleva cinco años, llegando a perder 600 toneladas en tan solo dos campañas.
La mayoría de los productores de la provincia se encuentran concentrados en el Valle de Genal y la Sierra de las Nieves. Al comenzar la campaña del 2024 observaron cómo sus cosechas van a sufrir una drástica reducción en la cosecha de este año y tras el cierre de este ejercicio, desde la Asaja Málaga lo han confirmado.
La castaña en la provincia de Málaga ha vivido “una caída casi total de la producción” y, según han remarcado, está en “una crítica situación que se ha ido acentuando en los últimos cinco años”.
En cuanto a cifras, este año han llegado a las 900 toneladas de producción y han facturado tan solo 1,8 millones de euros. En este punto, cabe señalar que tan solo dos ejercicios antes, en 2022, consiguieron producir 1.500 toneladas de castañas.
La castaña ha llegado a esta situación por varios motivos. Entre ellos están los problemas de la avispilla que ataca a las raíces de los árboles. Además, también se han visto afectados por la falta de precipitaciones. Sin olvidar las altas temperaturas que se han registrado en varios de los momentos claves del desarrollo de este cultivo, afectando así a su producción.
En definitiva, todos estos factores adversos debilitan los árboles haciéndolos sensibles a enfermedades como la tinta que hace peligrar la supervivencia de este cultivo tan importante para su zona.
De seguir esta tendencia, estiman que el cultivo del castaño podría tener una esperanza de vida de apenas décadas en la provincia.