Álvaro Botella, presidente de la Asociación Inmobiliaria de la Costa del Sol Leading Property Agents of Spain.

Álvaro Botella, presidente de la Asociación Inmobiliaria de la Costa del Sol Leading Property Agents of Spain.

Málaga A título personal / Álvaro Botella, presidente de la Asociación The Leading Property Agents of Spain (LPA)

"Todas las administraciones aprovechan el problema de la vivienda para sacar ventaja política; es populismo absoluto"

"El gran boom que hemos tenido sobre todo en la Costa del Sol tras la Covid es porque la gente ha decidido vivir mejor, aunque sea en otro sitio; valora más la calidad de vida"

"¿Estamos planificando las ciudades para poder absorber tanta cantidad de personas? Se viene hablando del tren litoral desde hace 50 años. Creo que sería fundamental"

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El agente inmobiliario Álvaro Botella tiene apenas 35 años de edad. Y pese a su juventud ha sido testigo indirecto de la gran crisis del ladrillo de 2008 y de las consecuencias de la Covid sobre el sector inmobiliario. Desde el pasado mes de noviembre es el nuevo presidente de la Asociación The Leading Property Agents of Spain (LPA). Marbellí de nacimiento, advierte del peligro de que la Costa del Sol muera de éxito si no se planifican adecuadamente las infraestructuras necesarias.

¿Quién es Álvaro Botella? 

Un chico que nace en Marbella, de familia malagueña y que se crio en el mundo inmobiliario. Mi padre trabajaba en el BBV, como agente inmobiliario, cuando empezó el boom de Marbella. Mi padre estuvo ahí muchos años, vendiendo en la zona y fundó una inmobiliaria que he heredado. 

¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse al inmobiliario?

Antes no lo tenía claro. Es verdad que siempre me llamó la atención, pero decidí probar antes en otros sectores. Estuve en un despacho de abogados y después me llamó mucho el mundo del marketing y publicidad. Y, finalmente, aprovechando que mi padre se iba a jubilar, decidí volver y quedarme. Y ahí es cuando empezó mi aventura inmobiliaria en serio.

Desde el pasado mes de noviembre es usted presidente de la Asociación Inmobiliaria de la Costa del Sol, la LPA. 

Sí, es un colectivo que se puso en marcha hace unos 5 años con el objetivo de regularizar el sector de los agentes inmobiliarios. Hablamos de un sector con mucho intrusismo y que recibe muy malas opiniones, entre otras razones por falta de profesionalidad. Cuando se puso en marcha esta asociación una de las pretensiones era autorregularnos. La LPA ha ido poco a poco sumando asociados, dando cabida a las grandes inmobiliarias y a otras medianas y más pequeñas. Hoy somos ya 73 y la idea es ponernos por encima de las 100.

"El de la promoción inmobiliaria es un sector con intrusismo y que recibe muy malas opiniones, entre otras razones por falta de profesionalidad. Es necesario regularizarlo, exigir una formación y experiencia"

¿Cuál es la principal preocupación?

Hoy cualquiera en su casa puede llamar y decir que es agente inmobiliario y nadie te puede debatir que no lo seas, no te puedo exigir un título ni un número de registro. Hay muchas comunidades autónomas que han creado un registro de agentes inmobiliarios, pero Andalucía no es una de ellas. Lo razonable es que se exija algún tipo de formación, una experiencia. Porque el objetivo tiene que ser que el cliente reciba un servicio profesional, de un agente inmobiliario y no de una persona que no está cualificada.

Me contaba al principio que su padre se dedicaba a la venta de inmuebles. ¿Qué aprendió de él?

Antes de ser agente inmobiliario vendía alarmas, siempre ha sido un muy buen vendedor. Si algo ha tenido es que es una persona con un don especial para vender, para tratar con personas. Lo que me ha enseñado es que las cosas hay que hacerlas bien siempre, aunque ello suponga perder clientes, y que a los clientes hay que asesorarlos bien.

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Su padre fue testigo directo de la gran crisis del ladrillo de 2008 y que se extendió hasta 2014. A usted le pilló con unos 16 o 17 años. ¿Cómo lo vivió?

Se veía cómo a diario desaparecían agencias inmobiliarias y cerraban muchos negocios. Una de las cosas que supo hacer mi padre fue controlar siempre las situaciones y aguantó, sobrevivió y gracias a eso fue uno de los primeros en remontar. Lo bueno que tiene la Costa del Sol, y en especial Marbella, es que siempre ha sido como la última en entrar en la crisis y la primera en salir. Y eso porque depende en gran medida de la economía extranjera más que de la española. Más en los últimos años, donde es casi más obligatorio hablar inglés que español. Llega un punto en que dependemos de la economía global.

¿Se aprendió de aquellos años críticos?

Los que más aprendieron fueron los bancos. Actualmente, con mucha suerte, te dan un 80% de la financiación, pero nunca por encima. Antes te podían llegar a dar el 120% para que pagases los gastos, la reforma de la casa… Era insostenible. Y de la Covid, en general, las personas han aprendido el valor de la libertad, de la vida y de la salud. El gran boom que hemos tenido sobre todo en la Costa del Sol tras la Covid es porque la gente ha decidido vivir mejor, aunque sea en otro sitio. Valora más la calidad de vida y eso ha beneficiado a la Costa del Sol. Eso y la guerra. 

La Costa del Sol se convierte en una especie de refugio.

Sí, totalmente. Hay muchos que antes venían solo a pasar uno o dos meses al año; ahora lo hace seis u ocho meses y cada vez son más residentes. Eso es algo bueno, pero que va a traer otros problemas en el futuro. Porque llevamos mucho tiempo hablando del tema de la movilidad y las infraestructuras. Hay cosas que se pueden solucionar más o menos, como el saneamiento o el abastecimiento de agua. Pero a nivel de movilidad, como no se planifique… Muchas de las operaciones inmobiliarias se hacen sin hipoteca, porque los extranjeros tienen unos ahorros, unos fondos. Es una economía más sana, porque no genera deuda. 

Sí, lo que ocurre es que es una economía que viene de fuera.

Sí es verdad que vemos que el español, el trabajador, se va a las afueras porque viene un extranjero con dinero a comprar. Te viene una oferta que no puedes rechazar. Piensas que te has comprado tu casa por 280.000 euros y que ahora te la quieren comprar por 440.000. 

Todo eso nos lleva al problema de la vivienda que hay en la provincia.

Ese es un tema en el que estamos tratando de plantear acciones. Ahora están todos hablando de medidas. Desde lo autonómico al Gobierno central, diciendo que van a hacer, con promesas y promesas. Es populismo absoluto, por todos los lados. 

¿Se refiere a las Administraciones públicas? 

Yo creo que sí. Creo que están aprovechando un problema para sacar ventaja política. Plantean medidas, algunas de las cuales sí serían buenas para la vivienda, pero habrá que ver si ejecutan. Y otras que pueden agravar el problema y la imagen del país, afectando, por ejemplo, al turismo.

¿Qué ideas tiene la asociación en este tema de la vivienda?

Pensamos en un paquete global. Hay dos cosas fundamentales. No hay oferta de vivienda pública y protegida y tampoco hay seguridad para los propietarios. España apenas cuenta con un 3% de vivienda pública; Francia tiene un 15%; Países Bajos, un 30%. ¿Dónde están todas esas viviendas protegidas que han prometido en los últimos años todos los gobiernos. Muchas promesas que no se ejecutan. Pero ahora buscamos culpables fuera en lugar de mirar hacia nosotros mismos. 

¿A qué se refiere a lo de buscar culpables fuera?

Específicamente, a los extracomunitarios no residentes en la Unión Europea, que apenas representa el 5% de los compradores en Málaga. Intentar subir impuestos a esas operaciones no va a resolver ningún problema. El problema es cuando traes medidas o plantear soluciones populistas sin tener los datos. Eso crea malestar. La prensa inglesa está frita porque le des carnaza y llevan dos semanas ofreciendo miles de destinos posibles, que no sea en España. Vienen a decir: 'en España no eres bien recibido, en España te van a cobrar…' Nosotros apostamos por la calma, porque son medidas que no se van a aprobar. Ya pasó cuando intentaron poner impuestos a extracomunitarios en el tema de sucesiones.

"Para aumentar la construcción de viviendas hay que dar facilidades a las empresas promotoras. Tenemos una burocracia que convierte en misión imposible construir vivienda pública, es infinita"

Dígame qué ideas tienen.

Creemos que para aumentar la construcción de viviendas hay que dar facilidades a las empresas promotoras. Tenemos una burocracia que convierte en misión imposible construir vivienda pública, es infinita. ¿Cuántos edificios tenemos vacíos?¿Por qué hay suelo que está abandonado? ¿Por qué no se usan para hacer viviendas de protección oficial? ¿Por qué no incentivamos en lugar de prohibir y subir impuestos? No culpes al sector privado de las carencias del público.

Apostamos porque se libere el suelo. Y hay que tener en cuenta el tema de la seguridad. ¿Qué está pasando con la propiedad privada? Que ya no es privada. Ahora, a una familia que ha estado ahorrando durante años para tener una segunda propiedad, para que sea una especie de seguro para futuras generaciones, se le mete un inquiokupa y te deja de pagar. Pasas de tener una seguridad a tener una ruina. 

¿Pero cree la okupación está tan extendida?

Es real que hay tanta okupación, pero la inseguridad jurídica es el problema y la gente opta por cerrar su casa Si incentivas, si das seguridad a esos propietarios que tienen su puerta cerrada, a lo mejor deciden alquilar a un precio asequible.

Al inicio de la conversación hablábamos de la situación de la Costa del Sol. ¿Cómo valora el estado actual del mercado inmobiliario? 

Estamos en una época muy buena. Tuvimos un 2022-2023 de récord absoluto. Era imposible mantener ese nivel. El cambio de chip se hizo con el Covid y con el tema de la guerra de Ucrania y Rusia. Antes había mucho inglés y hemos visto en los últimos años una mezcla de muchas nacionalidades. Ya no dependemos sólo del Reino Unido. Ahora podemos tener del orden de un 40% de operaciones con ciudadanos extranjeros. Si fuese una promotora me encantaría hacer VPO, pero es que me lo ponen imposible, tardo años en que me dejen hacerlas. 

La impresión estos años es que todo es color de rosa, que la compra de viviendas no va a tener fin. Pero este 2025 ¿hay que estar prevenidos?

Desde 2022 todos los años está siendo una aventura. Antes de la Covid era más o menos estable. Hoy no puedes hacer cálculos para dos años. Es verdad que hay tranquilidad, pero no seguridad al 100%. Creemos que los precios seguirán subiendo, aunque más lentamente y en zonas específicas. Pero no creemos que bajen. Cuando viene gente a comprar en el Centro de Málaga, con poder adquisitivo. Es la ley de la oferta y la demanda.

Durante muchas décadas el foco de la inversión extranjera estuvo situado en Marbella. ¿Sigue siendo así? ¿Qué posición tiene Málaga capital?

Lo que vemos desde Marbella es que nos estamos beneficiando mucho del boom de Málaga. Ese boom se puede ver en el aeropuerto. El otro día estuve yo a las cuatro y media de la madrugada y no cabía un alfiler. Y el salto tecnológico… En Marbella estamos intentando incentivar esa inversión tecnológica. Se está produciendo un cambio, pasando de ser una ciudad turística a turística-residencial. Hay meses en los que no cabe un alfiler en la ciudad. 

Y eso puede generar efectos negativos…

A ver si vamos a morir por nuestro propio éxito. Eso está bien siempre que la ciudad y sus infraestructuras lo soporten. Madrid lleva sobreviviendo muchos años con todo este problema. Pero ¿nosotros estamos preparados? Ese es el tema. ¿Estamos planificando las ciudades para llegar al punto en que tengamos tanta cantidad de personas? Se viene hablando del tren litoral desde hace 50 años. Creo que sería fundamental.

Para los que no somos de Marbella, ¿el problema es tan serio como se dice?

No lo voy a vender como algo catastrófico. Hay tráfico, se va más de espacio, pero no es un tráfico como el de Madrid. Hay una zona en particular que se colapsa, la de Puerto Banús y sus alrededores. Pero el problema no es ahora, sino lo que puede pasar dentro de dos o tres años. Antes era algo estacional. Es decir, se colapsaba en verano. Pero es que ahora ni en invierno, porque hay tanto residente. En los colegios no dan abasto, hay colas de espera.

La sensación es que si no se toman medidas importantes la Costa del Sol va a tener serios problemas.

Si no se está planificando ya, sí. De momento se sobrelleva. Preocupa la falta de planificación. Si al menos viéramos movimiento con el tren litoral… Pero el problema es que lo que vemos es pasividad. Hemos intentado que venga todo el mundo a vivir, a crear riquezas, que todo el mundo sea feliz. Todo eso es fenomenal, pero ¿cómo sobrevivimos a todo eso?