Maryna no descansa desde este jueves. De hecho, no da a basto para atender todas las llamadas que está recibiendo por parte de la Policía y su entorno más cercano. Es la madre de Valeriia Romaniuk, la menor de 15 años desaparecida desde el mediodía de este 9 de noviembre.
Tras salir del instituto Benalmádena, situado en la localidad malagueña que le da nombre, Valeriia le mandó un WhatsApp a su madre, como habitualmente hace, explicándole que se encontraba de vuelta a casa. Según relata Maryna, era algo muy común en su hija, pues era muy responsable y ambas tenían muy buena relación.
Sin embargo, fue entrando la tarde y a Maryna no le cuadraba que su hija no volviera a casa. No era normal. Además de denunciar la desaparición de la joven, decidió llamar a dos de sus amigos más íntimos, siendo uno de ellos un chico al que Maryna, precisamente, no perdía la pista, pues creía que no era una persona "conveniente" para la chica.
Está convencida de que su hija no se habría marchado voluntariamente por su propio pie, pues no sería capaz de hacerle tanto daño a su madre. Así, aunque todas las hipótesis están abiertas, su intuición le dice que, probablemente, ella "no tenga la cabeza clara" y esté "manipulada" por el joven, también menor de edad. "Tenemos muchísima confianza, todo lo hablamos de manera cariñosa, esto es raro", insiste.
Así, Maryna lanza un mensaje directo para su hija: "Solo quiero que Valeriia vuelva a casa bien. No le caerá ningún castigo, tampoco a este chico, en el caso de que estuvieran juntos. No habrá problemas. Simplemente tiene que volver antes de que otra vez se haga tarde".
Valeriia sabe hablar un perfecto español aunque es de origen ucraniano, pues lleva desde los nueve años en España. "Es una niña muy tranquila, no da problemas y tiene pocos amigos, más allá de los compañeros del instituto", cuenta.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Se trata de una desaparición calificada de "inquietante", por lo que ha sido tratada por la Asociación SOS Desaparecidos con prioridad cero, la máxima en la escala posible.