Decretan prisión para el detenido con dos escopetas que pretendía atentar contra policías en Benalmádena

El Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos, en funciones de guardia, ha acordado este jueves el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido cuando iba en un taxi en la localidad malagueña de Benalmádena con varias escopetas y amenazando con matar a policías.

Así lo han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), apuntando que al hombre se le investiga por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa en concurso con un delito de atentado.

El detenido ha sido puesto a disposición judicial este jueves y ha prestado declaración. El juez se ha inhibido en favor del Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos.

Los hechos sucedieron el pasado lunes por la noche. Agentes de la Policía Local de Benalmádena detuvieron al hombre, de avanzada edad, armado con dos escopetas de caza y más de 50 cartuchos, que se dirigía hacia la Jefatura del cuerpo con la intención de atentar contra la vida de los agentes.

Desde el Ayuntamiento de Benalmádena señalaron que, poco antes de su detención, el individuo se subió en un taxi portando armas, munición y propinando insultos contra la Policía Local, asegurando que le habían robado el vehículo en la puerta de un supermercado, cuando realmente, el vehículo había sido retirado por el servicio municipal de grúa por estacionar en reservado para carga y descarga.

El individuo, que apuntaba estar fuera de control, durante su traslado en el taxi hacia la Jefatura de Policía Local, aseguraba que "iba a matar a inocentes" y no le importaba las consecuencias porque "todo el mundo muere como en las guerras" y "ellos van a morir", en alusión a los policías Locales.

El jefe de Servicio de la Policía Local, junto con los agentes, que se encontraban de servicio, recibieron una comunicación telefónica en la Sala del 092, de que un individuo se dirigía en vehículo hacia la Jefatura armado con dos escopetas y con intención de matar a los agentes que se encuentre por el camino.

Transcurridos cinco minutos, cuando el individuo llegó a la Policía Local en el vehículo, ya se había organizado un operativo especial de agentes logrando así neutralizarlo y poner fin a la situación de peligro "en una intervención rápida, efectiva y sin precedentes".