Benalmádena da luz verde a la primera ordenanza de uso y gestión eficiente del agua. En el pleno de este miércoles, el Ayuntamiento ha aprobado de manera inicial esta normativa que prevé multas de hasta 600.000 euros de no cumplirse con la normativa vigente ante la situación de excepcional sequía.
Las sanciones irán desde los 6.000 euros hasta los 300.000 o 600.000, en función de si son infracciones leves, graves o muy graves. En la ordenanza se recoge que si se detecta un "exceso de consumo incompatible con las reducciones decretadas de ahorro o reducción" podrán cortar el suministro. Por lo que aquellos que no cumplan con la normativa tendrán que hacer frente a una suspensión de tipo cautelar del suministro que no podrá ser superior a 48 horas.
Asimismo, en tiempos de excepcional sequía, el texto también apunta a la limitación y prohibición parcial y total del uso de agua apta para el consumo humano para el riego y baldeo, llenado de piscinas, riego de jardines, riego de campos de golf, fuentes ornamentales o ducha y surtidores públicos, entre otros.
La ordenanza también anuncia la elaboración de un ceso de piscinas de uso público y de uso privado de comunidades de propietarios, casas rurales o de agroturismo, colegios mayores o similares. Todas tendrán que realizar ensayos de estanqueidad y control de fugas con periodicidad anual. Además, las piscinas públicas y privadas de nueva construcción tendrán que aplicar tratamientos físicos o químicos, incluso fuera de temporada de baño, y sistemas de recogida y reutilización del agua.
El concejal de Agua, Juan Olea, ha informado durante el pleno que la ordenanza otorga herramientas "para actuar y regular" en este tipo de situaciones en las que se produce un momento o periodo de grave sequía.
El objetivo de la normativa es estar "preparados para lo que viene". De esta manera, con esta ordenanza, el Ayuntamiento dispondrá de su propia normativa, que persigue "la conciliación y sensibilización de nuestros vecinos para hacer entre todos a un uso racional del agua".
"Ninguna administración aprendió de las últimas sequías, se dejaron en el cajón inversiones en infraestructuras necesarias", ha señalado Olea, quien recordó que la normativa es fruto del camino "previo e intenso de reuniones y aportaciones en las diferentes Mesas Contra la Sequía convocada con expertos, Ayuntamiento y Emabesa".