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Cuando llega la Navidad, el niño interior de David Bañasco, un vecino de Benalmádena, sale a relucir. En su familia siempre han vivido las fiestas con mucha "intensidad y alegría". Sus padres vivieron durante unos años en Inglaterra y volvieron a Málaga influenciados por las tradiciones navideñas británicas, que no dudaron en fusionar con las españolas.

Por este motivo, David recuerda su infancia con momentos llenos de felicidad. Pese a que Papá Noel no estaba tan en auge en España, en su casa siempre los visitaba, ponían comida a los renos y a los camellos... Vivían unas fiestas de ensueño. Aunque siempre dicen que cuando uno se hace mayor, pierde la ilusión, Bañasco es el ejemplo de que con ganas, todo se puede, y más si tienes hijos, como es su caso.

Han sido tantos años disfrutando "a tope" de la Navidad, que no ha dudado en inculcar esa filosofía a sus niños, que ya son también unos 'frikis' de la decoración navideña. Desde hace siete años decoran su casa con esmero por Navidad y ya se han convertido en los auténticos reyes de la Navidad en Benalmádena. De unos simples adornos en el exterior a una casa digna de película de Navidad americana.

Detalles de la casa. E.E.M

12.000 bombillas

Esta Navidad, la casa, ubicada en el número 16 de la calle Atenea, brilla gracias a más de 12.000 bombillas LED y una ingente cantidad de detalles que convierten este rincón del municipio malagueño en un verdadero espectáculo visual que gracias a las redes sociales cada vez tiene más adeptos.

Lo que empezó como una tradición familiar, ha comenzado a atraer la atención del vecindario y malagueños de otros puntos de la provincia. Cientos de personas ponen la casa familiar de David como una 'parada obligatoria' en sus planes cada Navidad, algo que les enorgullece.

Visita de Papá Noel

Montaje con fotografías de la casa.

"Nosotros estamos contentos de recibir a todo el mundo, la dirección es calle Atenea, número 16. Y los días 20, 21 y 22 de diciembre nos visitará Papá Noel de seis de la tarde a nueve de la noche. Recomiendo venir porque será algo único", relata el malagueño.

El año pasado lo hicieron un solo día y la calle se llenó de gente, "coches en doble fila, una locura", comenta David. Este año, para controlar la afluencia, han decidido recibir a Papá Noel durante tres días La cita promete ser un éxito rotundo, y David ha contado incluso con la colaboración del Ayuntamiento para garantizar la seguridad y el buen desarrollo del evento, que ya cuenta con un vallado para organizar a los visitantes. "Pero la organización y la idea viene de nuestra casa", incide.

Así, asegura que su Papá Noel "no es nada cutre", al revés. Preparan todo con mucho detalle gracias a una empresa de animación que genera el ambiente perfecto para hacer creer a los más pequeños de la casa (y a los mayores) que están en Laponia junto al mismísimo Papá Noel, eso sí, con unos grados de más en la Costa del Sol.

Material reciclado

Entre la decoración de este año, cascanueces gigantes creados a mano a partir de maceteros reciclados, bastones de caramelo gigantes y una "Casa de Papá Noel" que se ha convertido en un atractivo adicional para los más pequeños. Dedican más de un mes y medio "a ratitos" en decorar toda la casa.

"A la gente le encanta ver la casa, hacerse fotos y grabar vídeos. La verdad es que nos llena de felicidad ver las sonrisas de los niños y adultos al llegar aquí. Es muy bonito", dice. También cuentan con un buzón de cartas a Papá Noel que ya han utilizado algunos niños de la zona.

Aunque la decoración es mucho más llamativa por la noche, David y su familia se aseguran de que la casa también sea un punto de atracción durante el día. "Hemos decorado con tanto detalle que la gente puede venir a verla en cualquier momento, aunque por la noche es mucho más chulo", comenta.

Un vecindario

Y ojo, que cada año que pasa, sus vecinos también se van contagiando cada vez más del espíritu navideño. "Mi hija pone un papelito en todas las casas del barrio para que se animen a poner luces y a decorar su casa. Este año, varios vecinos se han sumado, y la calle se ha iluminado mucho más. Queremos crear el barrio de la Navidad", dice David, mostrando su orgullo por la colaboración de la comunidad.

David se declara ateo, pero reconoce que hay dos fiestas en el año que le encantan. Una es la Navidad, pero la otra, aunque pueda sonar curioso, es la Semana Santa. "Creo que la Semana Santa representa, de cierta forma, el sufrimiento que pasamos todos durante el año, y la Navidad es lo contrario, es el momento dedicado a la felicidad, al saber perdonar y a que estemos en paz. Me gusta vivirla de esa forma", zanja.