"Con una copa de vino en la mano / una guitarra y un cariño de mujer / nos encontramos como un soberano / y regalamos simpatía y querer". Desde Manolo Escobar a los Rolling Stone, la bebida de los dioses ha inspirado multitud de canciones, obras de arte, poemas y hasta tratados. El pintor Octavio Colis descubre ahora en el Archivo Municipal de Málaga otra manera de catar el caldo: observando las 47 obras donde ilustra sus variedades, matices y colores desde su invención hace miles de años.
El vino en todos los sentidos recoge piezas de formato medio, entre pintura, dibujos originales, obra gráfica, una escultura, un tapiz, cuadernos de viaje y bocetos. Entre los dibujos hay uno dedicado a los colores de los caldos de Málaga con toda la gama de tonalidades. La exposición abierta al público hasta el 15 de septiembre podrá verse de lunes a viernes de 10:00 a 13:00; y el fin de semana de 18:00 a 21:00; y los de 10:00 a 13:00.
La muestra concentra dos facetas destacadísimas de Colis: la escritura y la pintura; a lo que se le une el conocimiento sobre el caldo que lleva años estudiando. El visitante verá a través de sus obras los hallazgos, encuentros y casualidades que han hecho evolucionar tanto al vino como a los viñadores en los cinco continentes.
En esta exposición se exhiben los originales de todas las ilustraciones incluidos en el libro publicado en 2019 con el mismo nombre. En definitiva, la exposición puede considerarse una extensión del libro, que es una obra casi enciclopédica, con 788 páginas dedicadas al vino.
Octavio Colis ilustra aspectos poco habituales en la cultura vitivinícola. Así, figura su relación con las creencias religiosas, sus orígenes en las culturas antiguas (remontándose al Paraíso y la parra aliada con las levaduras como árbol prohibido) o los acontecimientos históricos que influyeron en la conformación de las grandes zonas vinícolas españolas, que desde el Neolítico se descubren como una tierra fértil para la viña.
"Las obras que se muestran aquí responden, además, a una singular habilidad didáctica del artista, donde los distintos y abundantes elementos que contribuyen al deleite de una copa de vino se desgranan exhaustivamente en dibujos ilustrativos que describen aspectos anatómicos humanos que nos permiten apreciar la delicadeza de los diferentes caldos", explica el comisario de la muestra, Antonio Lafuente.
Colis también da pistas sobre "aspectos como la vista y los sugerentes colores y tonalidades de los diversos vinos, dulces, secos, afrutados, amaderados de los que nos habla nuestro cerebro, y que según la luz que los ilumina, aparecen con bellos y delicados tonos", precisa Lafuente sobre la exposición donde se pueden ver diversos dibujos se reflejan los cambios de las cepas según las estaciones del año y su idiosincrasia, la morfología sencilla de una hoja de vid y sus diferencias.
Vinos malagueños
El artista de Logroño firma también la hoja de sala de la exposición en la que se refiere a los caldos malagueños: "El entorno geográfico de los vinos málaga va de la Axarquía, de orografía accidentada y clima cálido y poco lluvioso, a los Montes de Málaga, de mayor altitud, más fría y lluviosa. La Zona Norte se extiende por la Vega de Antequera, de clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos. La Costa Occidental es terreno de colinas con clima caluroso y poco lluvioso. La Serranía, montañosa, en donde los factores geográficos generan una gran riqueza de matices climáticos que la diferencian de otras comarcas geográficas aledañas".
"Y desde el pasado andalusí se ha hablado mucho del vino xarab al malaquí y de la práctica del asoleo y enyesado de las uvas, de las uvas pasas, de los vinos de arrope y de los vinos dulces de todos los colores, que proporcionan precisamente esas condiciones climáticas y edafológicas particulares del terreno en el que se desarrollan secularmente", continúa.
Colis diferencia el vino malagueño según el lugar donde se cultive (la altitud del viñedo confiere a los caldos diferentes rasgos diferenciales de los de las vegas llanas, o de los que están en las proximidades del mar) o la zona donde esté: "a mayor altitud los suelos son más pobres en materia orgánica, y más pedregosos, que son las condiciones óptimas para un mayor y mejor drenaje para la raíz de la vid".
"El futuro del vino no estará en un próximo futuro en las denominaciones de origen, sino en los terruños, en el conocimiento de sus características edafológicas singulares y las de los varietales hincados; en el cuidado específico más adecuado, en las podas más adecuadas, en la preservación de las levaduras autóctonas", defiende Colis, que cree que la calidad debe estar siempre por encima de la cantidad.