"¿Te imaginas un mundo sin música? Que tristeza sería", reflexionaba Raphael momentos antes de empezar su segundo concierto del año en el Starlite, tras su éxito arrollador del pasado 5 de agosto. Sí, el mundo sería muy triste sin sus grandes conciertos y sin la música del cantante andaluz que ha copado las listas musicales en los últimos 60 años de su trayectoria profesional sobre los escenarios.
El cantante, que presentó sobre las tablas de La Cantera su último disco Raphael 6.0, está de celebración de sus seis décadas de carrera y es una fecha tremendamente significativa que coincide con la también histórica primera década de vida del festival marbellí. Así, el directo se convirtió en una celebración por partida doble, una fiesta de la música con el Auditorio al completo como invitados y con dos horas y media de canciones en directo interpretadas magistralmente por Raphael.
"Me emociona estar en esta décima edición del festival porque yo estuve en la primera. He estado en varios de ellos, a veces me ha pillado fuera, pero en casi todos he estado y para mí es un honor que me sigan llamando para actuar", señaló Raphael a los micrófonos del Starlite previamente a su salida al escenario.
El repertorio fue un viaje por su trayectoria profesional, una equilibrada selección de sus clásicos y algún tema nuevo, acompañados por vídeos del Raphael de los primeros años de carrera, recorrido que llevó a los asistentes a pasear por sus propios recuerdos anclados a canciones tan emblemáticas como Mi gran noche o No puedo arrancarte de mí.
Vestido con una chaqueta negra con los rutilantes destellos de las estrellas del Starlite, Raphael se metió al público en el bolsillo desde que apareció en el escenario. Con su habitual carisma y sonrisa siempre presente, se movió por La Cantera con gracia y soltura. Sus ademanes y peculiares coreografías no se hicieron esperar para delirio de sus seguidores, que querían ver al Raphael de siempre.
La leyenda viva de la canción vino acompañada por una gran orquesta a la que solo dejó de lado momentáneamente para interpretar, de manera más íntima solo con el sonido del piano, la canción Nostalgias.
Así, continuó interpretando grandes clásicos de su repertorio como Estar enamorado, una canción que el cantante mexicano Carlos Rivera también cantó el 3 de julio durante su concierto en Starlite Catalana Occidente, en homenaje al artista andaluz que ha colaborado en el último disco del mexicano. Resistiré, Que sabe nadie, Yo soy aquel o Escándalo no faltaron en la cuidada selección de hits, temas que fueron cantados a una única voz por todo el Auditorio, porque ya no pertenecen a Raphael, sino a toda España.
Para finalizar, el artista a quien la crítica ha catalogado en ocasiones como La voz, La cátedra intergeneracional o El jefe indie, interpretó Como yo te amo justo antes de declarar a su público que estaba encantando de estar en Marbella "es una maravilla estar con ustedes un año más y yo voy a procurar no faltar nunca", a lo que el público respondió con una larguísima ovación de minutos de duración intercalados con vítores del más absoluto cariño.