Un vídeo en Youtube muestra a Dora Postigo (Madrid, 2004) haciendo una versión de Diamonds de Rihanna. Vemos a una niña risueña, resulta y con talento. Han pasado ocho años desde entonces. La cantante ha cumplido la mayoría de edad, ha perdido a su madre (la polifacética artista Bimba Bosé) a causa de un cáncer, ha publicado un EP, ha protagonizado la nueva película de Paco León y la música sigue siendo su propósito en la vida.
La artista, conocida simplemente como Dora, actuará junto a su banda el sábado en Málaga. Lo hará dentro del ciclo Musas en el jardín de la Térmica con el grupo torremolinense Rubio Americano como telonero. Postigo presentará su EP Sin prisa no quiero morir. La compositora de 18 años trasciende los géneros y fusiona sin miedo los sonidos electrónicos, el pop y el rhythm and blues contemporáneo.
Es hija de una artista polifacética y de un director de cine. ¿Ha sido fácil llegar hasta aquí o todo lo contrario?
El público igual piensa que es más fácil por nacer en una familia de artistas, pero creo que es justamente al contrario. Sobre todo porque me estoy dirigiendo a vías artísticas diferentes. Nada es fácil en general cuando tienes un sueño y una meta que alcanzar.
¿Los apellidos a veces pesan, no?
Sí, totalmente.
Su carrera como cantante despegó hace años. ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene asociado a la música?
Mi padre tocaba el contrabajo y tenía un pequeño estudio en casa con pianos y sintetizadores. De ahí salían sonidos raros y a mí eso me fascinaba. Me recuerdo a mí misma con cuatro, cinco años, allí. Hay un vídeo donde aparezco tocando el piano loquísima. Era muy pequeña. Yo no sabía tocar. Me hace mucha gracia.
¿Fue una especie de flechazo?
Sí. Lo hablo un montón con mi psicóloga. Ella me decía que yo y la música estábamos casadas. Era como un amor para siempre. Que íbamos a estar juntas toda la vida. La música me sostiene. Es alma y cuerpo. Es algo que sientes dentro de ti.
Su madre era un torrente de energía en concierto. Transmitía mucho. ¿Cómo es en directo?
Estoy asentándome en el mundo del directo. Cada vez que hago un concierto cambio mucho el repertorio, intento renovarme y encontrar un poco mi sitio. En directo soy igual que cuando hago música: toco muchas ramas. Es una especie de viaje. En Málaga va a ser un concierto cañero con altibajos y muchas emociones a la vez.
Le gusta la electrónica. En el programa de Broncano hablabas de raves. ¿De qué bebe su música?
Yo empecé a cantar por el soul y el jazz. Eso a mí me llegaba mucho. Entre mis artistas favoritas están Nina Simone y Aretha Franklin. Ellas me han animado a ser cantante. Cuando conocí a Pional (The XX, John Talabot) descubrí un mundo en la electrónica. Como amo tanto la música me dan ganas de meterme en todo (ríe).
Ha publicado hace muy poco un EP con cuatro canciones donde parece que no le da miedo experimentar.
No, en absoluto. Me divertí mucho haciendo este EP con el productor Vicent Huma. Él me decía: "Igual la gente no lo va a entender". Pero quería jugar a saco. La música está para jugar. Es una carrera de fondo, pero tampoco debes tomártelo en serio. Es una manera de jugar y de sentirla sobre todo. Eso lo puedes aplicar a todo. Si te tomas muy en serio la vida vas a acabar muy triste y jodido.
No sólo canta y compone. También actúa. ¿Cómo ha sido protagonizar Rainbow, la nueva película de Paco León?
Ha sido un sueño y a la vez un gran reto. Fue una sorpresa cuando Paco me dijo que quería que protagonizase su nueva película. Me quedé en shock. Nunca me hubiera imaginado meterme en el mundo del cine. Ha sido un viaje muy bonito. Paco me ha guiado y ha estado ahí. Ha sido maravilloso, sobre todo porque tiene mucho que ver con la música. Mi personaje tiene un vínculo muy especial con ella. La película es una maravilla visual y musical. Paco y yo ya nos conocíamos, pero no de la misma manera. Meterte en un proyecto tan grande como una película no tiene nada que ver con un videoclip. No es estar ahí dando el cien por cien de ti.
En esta adaptación libre y contemporánea de El Mago de Oz ha podido compartir pantalla con Carmen Machi y Carmen Maura. ¿Qué tal la experiencia?
Al principio estaba cagada. Hablamos de estrellas y divas de cine con mucho recorrido. El primer día que las conocí me sentía como en casa. He aprendido un montón de ellas. Son pura sabiduría.
También ha desfilado. ¿Le atrae el mundo de la moda?
Me gusta un montón porque me parece una manera de expresarse maravillosa, pero desfilar no es lo mío. Nunca he querido ser modelo. Es un curro que no es para mí. Me he planteado meterme más en el mundo del cine después de la experiencia con Paco. Es muy duro ser actriz porque debes dar el cien por cien a nivel emocional, físico y mental. Eso agota mucho. Sin embargo, luego sales de un rodaje con una familia y con un proyecto increíbles. La gran recompensa es verla luego proyectada. Eso sí, me quedo con la música. Es lo que me va a acompañar para toda la vida y mi propósito en la vida.
¿No tiene la sensación de que en este país ser polifacético está mal visto?
Sí. En la música cuando haces varios géneros la gente no sabe dónde meterte. Y te etiquetan como artista alternativa indie pop. Esas cosas dan igual. Los géneros son relativos. ¿Por qué no hacer de todo? La música te llega o no te llega. No hace falta ponernos exquisitos y analizarla.
En este ciclo de La Térmica han actuado mujeres talentosas como Billy Nomates y Joan As Police Woman. Amaia me llegó a contar que por el hecho de ser mujer joven la habían cuestionado mucho más y que apenas había mujeres técnicas en los estudios.
Eso es verdad. No hay mujeres técnicos. Eso es muy fuerte. Alguna vez he ido a grabar y me han hecho mansplaining. Hace poco me pasó que no sonaba mi piano y el hombre me quería convencer de que era cosa mía. 'Perdona, este cable no está bien puesto'. Ellos de alguna manera se siente amenazados. El mundo de la música es una industria dominada por hombres. Encima cuando eres tan joven no te toman en serio, y piensan: "la niña esta no tiene ni puta idea porque lleva tres años en esto". En mi entorno shockea que una niña tenga las cosas tan claras.
¿Con qué sueña una joven de 18 años?
Sueño con hacer música y ganarme la vida con eso. Ahora estoy gozando de mi verano y esperando a que pase la movida de la película. En septiembre la presentaremos en San Sebastián. Acabo de llegar de un viaje tras graduarme. En los próximos meses me apetece hacer un disco. Tengo muchas ganas de encerrarme en el estudio durante meses y explorar mi creatividad. Es muy importante seguir tu instinto y tu corazón, y hacer lo que sientas en cada momento.