Música, emociones a flor de piel y móviles retransmitiendo en directo en el concierto del cantante del Reino Unido Louis Tomlinson este sábado en Fuengirola (Málaga), en la que ha sido su única actuación en un escenario español esta temporada.
Era la primera visita del británico a Málaga y a los pies del Castillo de Sohail se habían congregado más de 15.000 personas; un ansioso público compuesto mayoritariamente, aunque no exclusivamente, por veinteañeros como Jules Rueda y Lina Yamunake.
Algunos llevaban horas a las puertas de Marenostrum a la espera de conseguir un buen sitio desde el que poder disfrutar del concierto, tal era el caso de Ender Fernández, el primero en entrar, o de su amiga Aurora Villar; ambos, fieles seguidores del de Doncaster, lo han acompañado este verano en sus actuaciones por Europa “hasta que el dinero se ha terminado”.
Ender y Aurora, al igual que otros muchos jóvenes, llegaron a Fuengirola hace once días procedentes de Bélgica -donde Tomlinson actuó hace unas semanas- y han pasado todo este tiempo de acampada disfrutando del sol y la playa en la Costa del Sol, eso sí, hasta el viernes.
El sábado en cuanto se levantaron, lo tenían claro, había que llegar pronto a Marenostrum y tomar posiciones; de manera que se pusieron a hacer cola desde bien temprano y “mira donde estamos, en primera fila, ha merecido la pena”, comentaban satisfechos y sonrientes.
No sabían en ese momento que al terminar la actuación, su adorado Louis -ese del que les gusta “todo” y que no entienden que “haya gente a la que pueda no gustarle”- se iba a bajar del escenario y se iba a echar, literalmente, en los brazos del público, de quien tuvieron que rescatarlo los miembros de seguridad de su equipo.
Cuando sonaron las primeras notas de We made it y Tomlinson comenzó a cantar no aguantaron más y la emoción les pudo; reían, lloraban, bailaban, gritaban enloquecidos y se abrazaban a sus amigos; había llegado el momento más esperado de un festival al que habían ido dispuestos a echar el resto y a darlo todo.
Así, cantaron con entusiasmo junto al exmiembro de la boy band One Direction, en la que el británico se integró tras participar en el popular programa de televisión The X Factor UK, donde el grupo logró llegar a la final y quedó en tercer lugar.
El británico, que compartió escenario en su Away From Home Festival con la banda madrileña Hinds y la finlandesa Stone, entre otras, interpretó algunos de sus temas más populares como Little Black Dress para terminar con Through the Dark y Kill My Mind.
El cartel contó con la también británica The Vaccines, una banda de indie-rock que se ha consolidado en la última década como una de las más representativas de su género; y los norteamericanos Sun Room, otros de los que acompañan al artista en su gira; además de la actuación especial del DJ de la londinense The Libertines, Carl Barât.
La expectación para esta cita única era “máxima”, apuntaban los organizadores, y para participar en el festival, cuyas puertas abrieron a las nueve de la mañana, han llegado autobuses procedentes del propio Reino Unido, Portugal o Italia, y se han adquirido entradas desde Uruguay o Argentina.