Las expectativas eran enormes y la realidad no solo confirmó que Andalucía Big Festival es un lujo para la oferta cultural de la capital malagueña sino que, además, hay que reconocer que, al menos en el primer día, la organización fue impecable. Eso sí, fuera del recinto la música se oía también a toda pastilla y eso ha provocado miles de quejas entre los ciudadanos.
No han retirado aún la puerta principal de la Feria y eso provocó ciertos atascos para entrar con el coche, que se fueron diluyendo sin mayor complicación. Algunos se fueron hasta el Hipercor a aparcar, pero en conciertos de este tipo con 25.000 personas lo importante es quitarse el vehículo de encima donde se pueda y andar un poco.
En la entrada había varias personas recogiendo firmas dentro de la campaña de Justicia para Ángel, un joven que murió atropellado el 23 de octubre de 2020 en Las Castañetas dándose el conductor a la fuga sin asistirle.
Un poco de cola para entrar en el recinto, pero iba rápida. La inmensa mayoría de los asistentes tenían el bono de tres días e iban con muchas ganas de pasarlo bien tras varios meses de espera. Se había generado dudas sobre el éxito de la convocatoria y la organización tras el cambio de ubicación, desde La Térmica hasta el recinto ferial, y con la caída del cartel de Rage against de machine. Pero en cuanto entras al recinto se te olvida. Han colocado césped artificial en todo el suelo dando una sensación acogedora. El espacio, además, es enorme, por lo que, al menos ayer jueves, no hubo en ningún momento sensación de agobio.
La entrega de las pulseras fue ágil y el sistema de recarga previo a través del ordenador para pagar la comida o la bebida funcionó sin problemas. Nada más entrar parece una feria. De hecho, le faltó la noria que iba prevista en un principio para dar esa imagen. Casi una veintena de sitios para comer y muchas barras de cerveza y otras bebidas que permitieron repostar sin esperar.
Se veía a muchos extranjeros y la organización del evento lo ha confirmado: un 30% de los asistentes eran guiris. El 41% son andaluces y el 29% del resto de España. La noticia de la muerte de la reina de Reino Unido, Isabel II, corrió como la pólvora pero eso no desanimó ni al público inglés ni a los grupos procedentes de las islas británicas, que lo dieron todo. Stereophonics, Suede o Franz Ferdinand no hicieron mención a la pérdida de Isabel II (al menos que este redactor escuchara) y sí aludieron en varias ocasiones a Málaga y Andalucía, levantando los aplausos del público.
El sonido era excelente y la definición de las pantallas impecable, por lo que se pudieron escuchar y ver los conciertos sin ningún tipo de dificultad, incluso aunque se estuviera a cierta distancia. La calidad de Stereophonics y un cañero Biffy Clyro precedían a los tres grandes grupos del cartel. El primero de ellos, a las 22:15, con puntualidad británica, fue Franz Ferdinand, que se metió rápido al público en el bolsillo por su simpatía. Todo el mundo esperaba su principal éxito, Take me out, y cuando llegó fue realmente apoteósico.
Suede sacó lo mejor de su repertorio con un Brett Anderson incombustible y a las 0:40, totalmente puntual, comenzó el concierto de C.Tangana. Tras escuchar a Stereophonics, Clyro, Franz Ferdinand o Suede el estilo de Tangana, lógicamente, no tiene nada que ver. Una mezcla de reguetón con una cena flamenca en casa de los Carmona que, en cualquier caso, encantó a los miles de seguidores que bailaron sus ritmos hasta casi las dos de la mañana. Cuando acabó el festival y los vecinos pudieron descansar.
Este viernes, segundo round. Con Jamiroquai, Michael Kiwanuka, Vetusta Morla, Nova Twins, Glass Animals, Paolo Nutini, Kevin Morby, Sylvie Kewusch, Los Zigarros, La Perra Blanco o Goa, entre otros.