La artista malagueña más internacional al fin tiene un reconocimiento en su tierra natal. Desde este miércoles, Pepa Flores cuenta con una placa en el antiguo número 10 de la calle Refino, donde nació y vivió hasta que alcanzó los doce años.
Una pintada a medio borrar en la fachada del actual edificio, en el centro de Málaga, parecía una predicción de lo que iba a ocurrir allí en la mañana de este 8 de marzo. "Marisol, te amo", se podía leer justo debajo de donde ha sido colocado este homenaje. Los vecinos salían a sus portales para vivir de cerca el momento del descubrimiento de la placa. "Para nosotros es un honor, ella se lo merece todo y me alegra que sea en vida", ha expresado a este periódico un vecino que reside en el edificio.
Lo mismo opinan la hija de Marisol, Tamara Esteve, y su hermana, Vicky Flores, ambas presentes en el acto. Las dos mujeres han expresado que pese a que el reconocimiento ha tardado, celebran que Pepa pueda vivir en primera persona este reconocimiento. La artista siempre ha sido celosa de su intimidad y Málaga la ha respetado, pero su hija Tamara ha apuntado que "eso no significa que ella esté oculta, puesto que hace vida como malagueña". "Mi madre y mi tía son como Zipi y Zape, son un tándem. Ellas pasean siempre e incluso van a comer churros juntas. Por La Malagueta se puede ver siempre a mi madre paseando hasta con su pareja", ha dicho, dando a entender que en cuanto pueda, Pepa Flores paseará por calle Refino para ver su placa.
En la placa instalada en la fachada se puede leer textualmente: "Pepa Flores, Marisol, (1948- ) nació y vivió hasta los diez años en el antiguo número 10 de calle Refino. Esta malagueña, cantante y actriz desde su infancia, paseó el nombre de su tierra por todo el mundo". "Toda nuestra familia ha crecido con las historias de ella aquí, pensad en las historias que vuestros abuelos o abuelas os contaban a cualquiera de vosotros; para nosotros es igual. A ella le hace muchísima ilusión y vamos a transmitirle todo gracias a las nuevas tecnologías", continúa la hija de Flores. Su hermana Vicky cree, sin duda, que esta placa es el homenaje "más emotivo" que Pepa ha recibido porque en este lugar pasó "el tiempo más feliz de su vida", pese a que apenas estuvo allí una década.
Pepa Flores, Marisol, vivió en esa calle malagueña hasta que se fue a Madrid, siendo tan solo una niña, a triunfar en el cine y en la música. Ya en los años cincuenta, Pepa no dudaba en taconear con algunas de sus vecinas en el patio del corralón, dejando claro cuál iba a ser su camino. Su padre "organizaba unos teatros magníficos en los que la niña bailaba y cantaba, porque de chica era un torbellino", según cuenta su hermana Vicky. Acaba de cumplir 75 años y pese a que lleva desde mediados de los 80 fuera de la vida pública, ni Málaga ni el mundo olvidan su trayectoria.
Vicky tenía catorce años y Pepa 12 cuando salieron de aquella vivienda. Que Pepa pasara a llamarse Marisol, según Vicky, hizo que pudieran "mejorar el nivel de vida" que tenían. "Mis padres no quisieron irse entonces a un sitio superfantástico sino a algo donde nos sintiéramos cómodos y a gusto con lo que teníamos y con lo que éramos", ha contado. De igual forma, Vicky, con una sonrisa, ha dicho que sus padres les decían que si le preguntaban donde nacían dijeran que "en la calle Refino, número 10, para servir a Dios y a usted".
"Los niños jugábamos en el patio y no nos dejaban salir a la calle nada más que para ir al colegio", un colegio que ya no existe, Santa Teresita del Niño Jesús, junto al Museo Picasso. También ha recordado que cuando le hicieron a su hermana la prueba para que trabajara en el cine "vino el productor y le dijo a los vecinos que los invitaba al cine Echegaray, y todos los vecinos fueron a ver las pruebas de la Pepi", como conocían entonces a su hermana.
"Mi madre no es partidaria de tener muchas fotografías ni recuerdos en casa, no es muy egocéntrica; pero sí que tiene una placa de cerámica en la terraza donde se puede leer Calle Refino, número 10 con dos jazmines y geranios; es su símbolo al corralón", ha recordado Tamara, que cada día se parece más a su madre físicamente. Por su parte, Vicky ha dicho que su hermana "está encantada y muy agradecida" con este reconocimiento y que Pepa "está muy bien", respecto a su estado de salud. Ninguna de las dos están acostumbradas al tratamiento con los medios y han agradecido en varias ocasiones.
La colocación de la placa se enmarca en el 'Plan Málaga Hace Historia' del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga. Esta es la quinta plaza que se dedica a una mujer dentro del plan. Antes vinieron Victoria Kent, Anita Delgado, Mercedes Formica y María Victoria Atencia. Cuatro exponentes de perfiles muy dispares que son referentes para el mundo entero como mujeres.
Las salas Mingorance del Archivo Municipal le dedicaron una exposición también con carteles de sus películas en 2020 y el subtítulo de la muestra fue Mi vida es mía, una frase que la artista dijo en una de sus últimas entrevistas en profundidad que concedió en los años 70 para Televisión Española.