La cara visible del pregón de la Semana Santa se limita a las cerca de dos horas y medias en las que el telón del teatro Cervantes está recogido. Sin embargo, la verdadera historia que envuelve a los protagonistas se encuentra oculta entre los pliegues de esas mismas bambalinas. A veces, en forma de confesiones; otras, de reencuentro.
Pero en todas ellas hay un mismo denominador común: la amistad. Esa exaltación de la fraternidad de Javier González de Lara es la que ha permitido que este miércoles se inaugure en el bar de Molina Lario Puerta Oscura una exposición que lleva por nombre Ecce Homo y la firma del imaginero malagueño Juan Vega.
La muestra se reduce únicamente a tres bustos que representan el momento en el que Poncio Pilato presentó a Jesús al pueblo y pronunció unas palabras que han quedado grabadas para la posteridad: "¡He aquí al hombre!".
Estas estatuillas (parecidas pero no iguales y de unos 40 centímetros) tienen cada una de ellas un dueño. Pertenecen a los comunicadores Santi Souvirón, Gonzalo León y Miguel Ángel Blanco, este último al frente de Puerta Oscura. Los tres fueron estrechos colaboradores de González de Lara durante los tres años que pasaron desde que fue nombrado pregonero hasta que finalmente se subió a las tablas del teatro. Un tiempo marcado por la incertidumbre y las dudas a causa de la Covid-19.
"Le acompañamos durante la pandemia y a modo de gratitud quiso tener un detalle con nosotros que perdurara en el tiempo y recogiera todos esos momentos vividos", relata Souvirón, quien destaca la importancia que tiene la figura del Ecce Homo en la vida personal del pregonero.
González de Lara acudió a Juan Vega y en su estudio, en pleno barrio de Lagunillas, surgió la idea de crear estas tres piezas: "Nos citó un día y nos la dio. Fue en una de las muchas reuniones que tuvimos, en el mismo estudio en el que tantas veces ensayó su texto y preparamos toda la logística", recuerda el periodista. Como detalle, apunta a que él tenía decidido cuál iba a ser para cada una, ya que aunque fueran similares, presentaban diferencias sutiles.
"Ese encuentro acabó con un almuerzo en el que compartimos no solo la gratitud, sino los vínculos que habíamos generado entre los cuatro". Eso ha dado pie a una amistad, con ratos imprescindibles, que ahora se ven reflejados en esta exposición.
Ellos mismos fueron conscientes de la idoneidad de juntar las tres piezas en una exposición bajo el título de Secuencia, conglomerando la belleza de la obra en un mismo espacio... Aunque una vez que el telón se vuelva a bajar, cada uno de los cristos volverá a su casa.
Puerta Oscura, un templo del arte
No es la primera vez que este bar situado en el Centro de Málaga sirve para reunir piezas artísticas. Más allá de la propia decoración del lugar, lo cierto es que cada año, Miguel Ángel Blanco elige a alguna de las figuras representativas de la imaginería cofrade andaluza para llenar de vida las pareces del establecimiento.
Por sus salones han pasado nombres como los de José María Ruiz Montes, Álvaro Abrines, Fernando Murciano, Eduardo García, Juan Manuel Parra, Juan Bautista o, ahora, nuevamente, Juan Vega.